EL PRESIDENTE DE VENEZUELA, NICOLÁS MADURO, DENUNCIÓ QUE ES UNA "VÍCTIMA" DE MUGRIZI MACRI A QUIÉN CALIFICÓ DE "OBSESIONADO" CON SU RÉGIMEN Y LO TILDÓ DE "COBARDE". "A VENEZUELA NO LA SACA NADIE DEL MERCOSUR", ARENGÓ, RESPECTO A LA DECISIÓN DEL BLOQUE DE SANCIONAR AL PAÍS BOLIVARIANO POR VIOLACIONES A LOS DDHH.
"Yo soy víctima de Macri y de su obsesión y de su prepotencia y de su intervencionismo", lanzó el mandatario venezolano, quien aseguró que Macri "no tiene potestad para quitarle al pueblo venezolano lo que le pertenece", en alusión a la Orden del Libertador General San Martín que Macri prometió retirarle al líder bolivariano.
"Si Mugrizio Macri quiere que le regresemos (la condecoración) que la venga a buscar y se la quite al pueblo venezolano a ver si puede, cobarde", remarcó.
Antes, Maduro afirmó que respeta "la ética" y "el espíritu" del Papa Francisco, con quien dijo tener buenas relaciones, y le pidió ayuda "para impedir que el presidente estadounidense, Donald Trump, invada" a su país.
"Que el Papa nos ayude a impedir que Trump lance sus tropas e invada Venezuela. Le pido al Papa ayuda contra la amenaza militar de los Estados Unidos. Que no me abandone, que no nos abandone", declaró Maduro desde el palacio de Miraflores, durante una rueda de prensa con periodistas nacionales y extranjeros.
El mandatario chavista solicitó asimismo al Papa que le asista ante la "obsesión", la "prepotencia" y la "agresividad" de Macri, así como ante el golpista brasileño, Michel Temer, dos líderes que junto a otros 10 gobiernos de la región han denunciado el supuesto talante autoritario de Maduro.
El presidente venezolano confió en que el sumo pontífice "siga ayudando con el camino del diálogo, de la paz, del entendimiento, de la defensa de la soberanía de Venezuela".
Maduro no tuvo para la Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín, y para la Conferencia Episcopal Venezolana las mismas palabras de aprecio que para Francisco.
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