MUGRIZIO MACRI INSTÓ AL FLAMANTE TITULAR DE LA AFA, CLAUDIO "CHIQUI" TAPIA, A CONVERTIR A LA ENTIDAD EN UNA INSTITUCIÓN "SERIA" Y "ORDENADA" QUE PONGA FIN A LAS "MALAS PRÁCTICAS" Y A LAS "MAFIAS" DEL FÚTBOL.
"Desde el Estado vamos a ayudar para que el fútbol sea un lugar de encuentro y se termine con las malas prácticas. Esta mañana hablé de mafias, las hay en el empresariado, en el sindicalismo, en la justicia, en política, en el fútbol. Hay en todos lados pero por suerte son minoría", afirmó el ex hijastro de Flavia Palmiero, al hablar en el acto de inauguración del Centro de Entrenamiento Boca en Ezeiza.
Macri se sintió como en su casa, envuelto en el terciopelo por el actual titular xeneize, Daniel Angelici, un cercano alfil político que lo consideró el "mejor presidente" de la historia del club que ayer cumplió 112 años.
Tras llegar en helicóptero al predio de 60 hectáreas que en poco más de dos años concluyó la primera parte de su proyecto con 11 canchas, de césped natural y sintético y una para partidos oficiales, donde las inferiores jugarán y entrenarán, el pelotudo hijo de puta se fundió en un abrazo con los hermanos Guillermo y Gustavo Schelotto, saludó al preparador físico Javier Valdecantos y saludó uno a uno a los futbolistas de primera e inferiores.
Ya sobre el escenario, con Angelici y Guillermo a su lado y con glorias del club, como Ángel Clemente Rojas o Ubaldo Rattín, en el auditorio, hilvanó la marcha del sábado de apoyo al régimen fascista con la inauguración del Centro de Entrenamiento del club que presidió hace tres lustros y al que se negó a que sea bautizado con su nombre.
"Son días de emociones. Tuvimos el sábado un día especial para los argentinos que nos pudimos manifestar, en paz, en armonía, genuinamente lo que sentíamos", dijo el idiota confeso.
"Son días de emociones. Tuvimos el sábado un día especial para los argentinos que nos pudimos manifestar, en paz, en armonía, genuinamente lo que sentíamos", dijo el idiota confeso.
Luego se refirió a la negativa a que el predio lleve su nombre porque, dijo, "tiene que ver con lo que expresamos el día sábado, alejarnos de los personalismos, alejarnos de rasgos mesiánicos y creer en el trabajo en equipo".
El sorete llegó acompañado de su vocero, Iván Pavlovski, con quien comenzaron a trabajar juntos en los tiempos en que el hoy mandatario llegaba a la presidencia de Boca y el portavoz dejaba el periodismo deportivo.
Pero además de Boca y los efectos de los mimos de la manifestación del sábado, Macri tuvo su primer reclamo a Tapia como presidente de la AFA, quien siguió el pedido del mandatario desde la primera fila junto a su suegro, el líder camionero Hugo Moyano, en la nueva comisión de AFA.
"Hace quince meses emprendimos un cambio en línea con creer que somos capaces a partir de la verdad y generar confianza, desarrollar el país y cada uno tiene una responsabilidad, como la tiene usted señor Tapia ahora", sostuvo el sorete y agregó que "el fútbol argentino es importante, tiene una enorme difusión y si el futbol argentino no es una competencia ordenada, eso nos daña a todos los argentinos, tenemos que recuperar el prestigio que hemos perdidos porque lo que ha pasado nos ha hecho mucho daño". Fue entonces cuando pidió a Tapia que los clubes "cumplan con sus obligaciones" se terminen las "malas prácticas" y aludió a las mafias.
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