ARGENTINA, PARAGUAY, URUGUAY Y BRASIL ANUNCIARON SU EXPULSIÓN EN EL MOMENTO EN QUE A CARACAS LE CORRESPONDÍA LA PRESIDENCIA DEL BLOQUE REGIONAL.
Delcy Rodríguez, canciller venezolana |
Venezuela denunció como un "golpe de Estado" la decisión de sus socios de suspenderlo como estado miembro, lo que representa la más dura sanción de un ente internacional en medio de la crisis del bloque regional.
"Constituye una agresión a Venezuela de dimensiones realmente muy graves", dijo ayer con enfado la canciller Delcy Rodríguez, quien aclaró que su país aún no ha sido notificado. Sin embargo, sus homólogos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay aseguraron, a través de un comunicado, haber informado a Rodríguez sobre el "cese del ejercicio de los derechos inherentes a la condición de Estado Parte".
La suspensión formal se produjo pese a que el jueves Venezuela activó el mecanismo para la resolución de controversias por "agresiones y hostigamiento" en contra de su presidencia pro témpore del bloque.
"Venezuela no reconoce este acto írrito sustentado en la ley de la selva de unos funcionarios que están destruyendo el Mercosur", afirmó Rodríguez, al tiempo que manifestó la intención de seguir en el Mercosur "con derecho a voz y voto en todas las reuniones como Estado parte".
El conflicto se suscitó en agosto cuando el gobierno de Nicolás Maduro anunció la intención de asumir la jefatura pro témpore del bloque, al término del período correspondiente a Uruguay. Los demás miembros rechazaron la iniciativa reclamando mayores condiciones de institucionalidad en Venezuela, reclamo al que se sumó Uruguay. Así fue como se propuso una presidencia pro tempore colegiada y se instó a Venezuela a que aprobara en dos meses la legislación requerida para pertenecer al bloque.
Por Twitter, la canciller Rodríguez insistió en que Venezuela "seguirá ejerciendo la presidencia legítima y participará con derecho a voz y voto en todas las reuniones como Estado parte" y llamó a los pueblos de los demás países del Mercosur "a no dejarse arrebatar sus mecanismos de integración, secuestrados por burócratas intolerantes".
Al denunciar una "ley de la selva" que está "destruyendo" al Mercosur, la canciller venezolana señaló que Caracas "no reconoce este acto írrito" que empuja al grupo a la ilegalidad.
Rodríguez advirtió, además, que la rica nación petrolera -sumida en una grave crisis política y económica- "seguirá ejerciendo la presidencia legítima (del organismo) y participará con derecho a voz y voto en todas las reuniones como Estado Parte".
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