LA EX PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER PIDIÓ A TRAVÉS DE UN ESCRITO LA NULIDAD DE SU CITACIÓN A INDAGATORIA Y DE LA CAUSA POR LA QUE SE PRESENTÓ ESTE LUNES ANTE EL JUEZ FEDERAL JULIÁN ERCOLINI, QUIEN INVESTIGA SU PRESUNTA PARTICIPACIÓN EN UN PLAN PARA ADJUDICAR OBRA PÚBLICA AL DETENIDO EMPRESARIO LÁZARO BÁEZ. ASEGURÓ QUE LA CAUSA ES "POLÍTICA" Y NEGÓ SER AMIGA O SOCIA DEL EMPRESARIO DETENIDO, Y ADVIRTIÓ QUE LA MAYORÍA DE LA OBRA PÚBLICA FUE ADJUDICADA A OTRAS EMPRESAS.
La ex mandataria no respondió las preguntas del juez y solicitó que se audite toda la obra pública licitada durante su gestión, incluída la que se le otorgó a la empresa IECSA, propiedad de Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri.
Cristina insistió además en que es víctima de "una maniobra formidable de persecución política", según explicó ella misma ante la prensa a su salida de los tribunales federales de Buenos Aires.
En este marco, definió como "un disparate mayúsculo" la causa que lleva Ercolini en su contra y consideró que con esas medidas se busca la "proscripción, difamación y estigmatización de un movimiento político".
"Es un disparate mayúsculo pretender que una asociacion ilícita la conforman un Poder Ejecutivo integrado de manera legal", señaló al tiempo que remarcó que las obras públicas las aprueba el Congreso a través del Presupuesto Nacional, en tanto que a su vez se ejecutan por parte de autoridades provinciales.
La ex jefa de Estado consideró que la causa "es una maniobra formidable de persecución política, de hostigamiento mediático" que "no es original" ya que, agregó, "la vemos en Brasil con respecto al expresidente Lula" Da Silva.
"Es una maniobra a nivel regional", dijo Cristina, quien señaló que además es "obviamente del actual gobierno" con el objetivo de "tratar de tapar el desastre económico y social que hoy tiene la Argentina a partir de las decisiones" de Mugrizio Macri.
Asimismo, consideró que si su gestión fue "una asociación ilícita", la actual sería "una asociación ilícita terrorista" porque, ironizó, "infunde terror a los ciudadanos, que tienen terror cuando llega la factura de luz y de gas o cuando van al supermercado".
Las adyacencias de los tribunales federales de Retiro fueron valladas para la ocasión, y hubo presencia de más de 300 efectivos de seguridad. En las inmediaciones unos 5.000 militantes apoyaron a Cristina.
Ex funcionarios, legisladores, el ex juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni e intendentes del conurbano bonaerense acompañaron a la ex presidenta a Tribunales.
El ex secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; la e xministra de Cultura Teresa Parodi; y los ex titulares de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, y de la AFSCA, Martín Sabbatella; fueron algunos de los funcionarios de los gobiernos de la ex mandataria que llegaron junto a miles de militantes hasta los tribunales del barrio porteño de Retiro.
También estuvieron presentes los diputados nacionales del Frente para la Victoria Héctor Recalde y Axel Kicillof; el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky; y el líder del partido Miles, Luis D'Elía; entre otros dirigentes políticos y sindicales.
Cuando Cristina se retiraba de Tribunales se produjeron algunos empujones entre los manifestantes y los efectivos de la Gendarmería apostados en el lugar. Los agentes, según los testigos, impusieron sus escudos y golpearon "con palos" a militantes y periodistas. Ante esa situación, Cristina se bajó del auto y gritó "no le peguen a la gente. Péguenme a mí, cobardes" (ver nota aparte en esta misma edición).
Operativos en Río Gallegos
En tanto, el juez federal Claudio Bonadio ordenó la realización de una serie operativos en cinco propiedades Cristina Fernández de Kirchner en Santa Cruz, a fin de "tasar" los inmuebles, en el marco de la causa Los Sauces.
Según indicaron fuentes del Juzgado de Bonadio, se trataron de "peritajes" dispuestos "hace tiempo" para obtener una "tasación de las propiedades" de la ex jefa de Estado, quien ya fue embargada en sus cuentas bancarias en el marco de esta causa.
Las tasaciones estaban previstas en la casa particular de la ex mandataria, en Mascarello 441, de Río Gallegos; en Mariano Moreno 882 y Alvear 391, de la misma ciudad; en el hotel La Aldea ubicado en calle Güemes 95, de El Chaltén, y la Manzana 670 de El Calafate.
Según trascendió, las arquitectas encargadas de la tasación, Nora Marta Lucía Leo y Carina Nancy González, realizaron su trabajo en las propiedades de las calles Moreno y Alvear, en tanto que la casa familiar y los otros inmuebles quedaron para los próximos días.
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