EL EX PRESIDENTA BRASILEÑO VOLVIÓ A RECHAZAR LAS ACUSACIONES EN SU CONTRA Y DIJO QUE ENFRENTA “UNA VERDADERA CAZA JUDICIAL".
El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva publicó en el diario Folha de Sao Paulo una columna titulada "Por qué me quieren condenar", en la que rechaza las acusaciones de corrupción en su contra.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT), afirmó que "sé lo que hice antes, durante y después de ser presidente. Nunca hice nada ilegal, nada que pudiese manchar mi historia".
"En vísperas de cumplir 71 años, veo mi nombre en el centro de una verdadera caza judicial", continuó el ex mandatario.
"Se entrometieron en mis cuentas personales, las de mi esposa y mis hijos. Intervinieron mis llamadas telefónicas y divulgaron el contenido, invadieron mi casa y me llevaron a deponer, sin motivo razonable y sin base legal. Están buscando un crimen para acusarme, pero no lo encontraron ni lo van a encontrar", denunció Lula.
"Jamás practiqué, autoricé o me beneficié de actos ilícitos en Petrobras o en otro sector de Gobierno. Desde la campaña de 2014 se trabaja en la narrativa de que el PT no es más un partido y sí una 'organización criminal', conmigo como jefe. Esa idea fue martillada, sin descanso, por titulares, tapas de revista, radio y televisión", agregó.
El 10 de octubre, el juez Sergio Morolo acusó a Lula de haber favorecido irregularmente a la constructora Odebrecht en negocios con Angola. Antes, el ex presidente ya tuvo que responder ante la Justicia por "ventajas indebidas" en la reforma de un triplex que posee.
Las acusaciones a Lula se enmarcan todas dentro de la operación "Lava Jato", que investiga una trama corrupta en torno a la petrolera semiestatal Petrobras. Por "Lava Jato" están siendo investigados más de 50 políticos en relación con el presunto pago de sobornos por parte de terceras empresas para obtener un trato de favor en sus negocios con la petrolera.
"Mis acusadores saben que no robé, no fui corrompido y no intenté obstruir a la Justicia, pero no lo pueden admitir. No pueden volver atrás después de la masacre que promovieron en los medios", manifestó Lula en la extensa columna que tiene 21 párrafos.
El ex presidente dijo tener “la conciencia tranquila y el reconocimiento del pueblo” y añadió que “confío en que la Justicia, tarde o temprano, prevalecerá, mas no sea en los libros de historia”, completó
Lula cerró su texto con una crítica al gobierno del golpista y usurpador Michel Temer, surgido del golpe parlamentario a Dilma Rousseff. “Lo que me preocupa, y a todos los demócratas, son las continuas excepciones al Estado de derecho. Es la sombra del estado de excepción que se está irguiendo sobre el país", sostuvo.
El lunes por la noche la policía brasileña dispersó con gases lacrimógenos una protesta en el centro de Río de Janeiro contra el ajuste impulsado por Temer, que busca establecer un límite de gastos públicos para los próximos veinte años con base en la inflación del año precedente.
La Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) ya fue aprobada en la primera votación de la Cámara de Diputados, que deberá someterla a una segunda votación para remitirla al Senado, instancia en la que también deberá pasar por dos votaciones en el plenario para su aprobación definitiva. La iniciativa prevé fijar un techo máximo de gasto con base en la inflación del año precedente por veinte años a partir de 2017, pero a la mitad de ese período esa fórmula de ajuste podría ser modificada. Para el próximo año no está previsto que el ajuste sea aplicado a la salud, educación y programas sociales y comience a operar para esas áreas solo en 2018.
Las protestas contra la medida, convocadas en las redes sociales, se realizaron también en Belo Horizonte, capital del suroriental estado de Minas Gerais, y en San Pablo, la mayor ciudad del país, donde el abanderado de la manifestación fue el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST).
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