domingo, 11 de septiembre de 2016

Drogas , espías y denuncias anónimas en una guerra sucia que se le fue de las manos al régimen macrifascista

LA DISPUTA POR LA ADUANA Y LA AGENCIA DE INTELIGENCIA ENTRE DOS FACCIONES DE LA ALIANZA DE DERECHA CAMBIEMOS ESCALÓ MÁS ALLÁ DE LO PREVISTO. ¿PUEDE MACRI DETENERLA?

Las internas Frigerio vs. Aranguren; Prat Gay vs. Sturzenegger o Peña vs. Monzó, pasaron en los últimos días a un segundo plano. De repente, todas las rencillass del macrifascismo se vieron eclipsadas por una que ganó un protagonismo excluyente y copó las tapas de los diarios.

¿Qué pasó? Lo que era una disputa relativamente silenciosa por el control de la Aduana y de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI, la ex SIDE) estalló de repente en la cara del régimen fascista como una guerra pública y con munición gruesa de ambos bandos.

Los contendientes están bastante bien definidos: por un lado, la beoda ministra de Seguridad, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, presuntamente aliada de los ex servicios encabezados por el inefable Antonio Stiuso. Por el otro, el ex carapintada Juan José Gómez Centurión, hombre cercano a Mugrizio Macri y que cuenta en esta cruzada con el aval nada menos que de la siempre belicosa Elisa Carrió.

Operación va, zancadilla viene, el bando encabezado por Bullrich Luro Pueyrredón logró remover -al menos transitoriamente- a Gómez Centurión de su puesto al frente de la Aduana con una denuncia de coimas. Pero el funcionario en suspenso no se quedó quieto y contraatacó a escala mayor.

Tomando un tema sensible como los cargamentos de efedrina, que el actual gobierno viene utilizando para generar acusaciones contra el anterior, hizo una denuncia que recibió presuntamente en forma anónima, según la cual había diez barriles de pseudoefedrina en un depósito aduanero, dando a entender que desde el área de Seguridad lo habían ocultado con objetivos non sanctos.

En su nuevo impulso, muchos vislumbraron la intención de Gómez Centurión de ir por todo y llevarse puestas las estructuras de Seguridad e Inteligencia, y hasta la chance de apropiarse de un cargo importante en la AFI. Para eso, los medios que lo respaldan redoblaron los pedidos para que se remueva a Silvia Majdalani, la actual número dos de ese organismo.

El efecto mediático fue tan grande que desde el otro bando se vieron obligados a contraatacar, y lo hicieron también en voz alta y copando los titulares de los medios: los barriles que Gómez Centurión "descubrió" y "denunció" estaban registrados desde 2008 y el régimen había dado a publicidad su existencia varios días antes, incluso a través del Boletín Oficial. Con lo cual convierten al acusador en acusado, ya que estaba informado oficialmente de la existencia de los barriles y no hizo nada desde el puesto que ocupaba en la Aduana.

Hoy esta interna ocupa las principales páginas de los diarios más importantes y se convirtió en la pesadilla de cualquier gobierno, que lo último que desea es que las peleas entre sus integrantes sean parte de la agenda informativa. Para peor, la disputa involucra temas tan sensibles como drogas y espías, precisamente aquellos en los que la actual administración pretendía mostrarse impoluta y atacar a la anterior.

Bullrich Luro Pueyrredón, Gómez Centurión, Carrió, Majdalani y otros que juegan escondidos detrás de ellos conforman un pelotón de pesos semipesados dentro del macrifascismo. La incógnita es si el ex hijastro de Flavia Palmiero podrá resolver el entuerto, sacarlo de los medios y tomar una decisión que no deje heridos de tal magnitud que puedan convertirse en peligrosos enemigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario