DECENAS DE TAXISTAS SE CONCENTRARON SIMULTÁNEAMENTE CON SUS AUTOS EN DIEZ PUNTOS NEURÁLGICOS DEL CENTRO PORTEÑO.
Los choferes de taxis se concentraron ayer en diez esquinas de la ciudad de Buenos Aires en el marco de una nueva protesta contra la aplicación de viajes, a la que califican de "clandestina e ilegal", que sigue operativa pese a una orden judicial que le ordenó cesar su actividad. Hicieron sonar sus bocinas y se detuvieron en la 9 de Julio en torno al Obelisco.
"Algunos compañeros, militantes y representantes de entidades van a entregar volantes a los pasajeros pero no habrá marchas ni cortes", indicó el titular del Sindicato de Peones de Taxis, Omar Viviani. En mismo sentido, el secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis de la Capital, José Ibarra, manifestó que “la mayoría (de los trabajadores) no quiere generar caos”.
"Creemos que Uber esta infringiendo gravemente la ley, desconociendo un fallo judicial y la justicia va a tener que ser mas enérgica", agregó en declaraciones a la prensa.
Sindicatos y propietarios de taxis acusan a Uber de "competencia desleal" porque no paga impuestos ni cumple con ninguna de las normas regulatorias que se le exigen a los 38 mil taxis de la ciudad.
La justicia ordenó a Uber dejar de operar el 22 de mayo y promovió el bloqueo de la aplicación. También allanó oficinas en busca de registros, secuestró autos Uber "in franganti" y avanzó para impedir el cobro vía tarjetas de crédito, pero nada de ello impidió hasta ahora que la empresa siga funcionando.
"Teóricamente no pueden cobrar los viajes", señaló Luis Fernández, presidente de la asociación de taxistas al señalar que la entidad envió "cartas documento a las tarjetas informándoles que por ser cómplices de un delito se actuará penalmente contra ellas".
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