LA ORDEN ES CLARA: NADA DE MANIFESTACIONES Y CONTROL ABSOLUTO DE LAS SEDES DE LOS PODERES DEL ESTADO.
Alfredo Cornejo dio una orden directa a la Policía de Mendoza: blindar los edificios públicos y evitar cualquier corte de calle o piquete.
Consciente del creciente malestar de los gremios estatales, el gobernador además pidió que la sede de la gobernación, en el cuarto piso de la Casa de Gobierno, quede aislada del resto del edificio.
Estas medidas de seguridad tienen explicación en la creciente conflictividad gremial que se vive en Mendoza luego de que Cornejo, por decreto, haya terminado de forma unilateral con a paritaria docente. La imposibilidad de llegar a un acuerdo, llevó al mandatario a decretar la mejor oferta salarial llevada a la mesa de negociación y cerrar la instancia de diálogo.
Cuando se llevó adelante la discusión legislativa del decreto, los manifestantes, en su mayoría docentes, se reunieron por miles en el centro mendocino. Un imponente operativo de seguridad, como hacía años no se veía, los mantuvo a raya. Ahora, que se vienen otras negociaciones presumiblemente más duras, los operativos se harán permanentes.
Por un lado la Administración Central, y por otro ATE Salud y Ampros (los profesionales médicos), sumados a los judiciales, le dan forma al cóctel de paritarias que preocupan a Cornejo. Así, ha ordenado que cualquier corte sea combatido por la policía, y en el caso en que sea necesario, se denunciará penalmente a los dirigentes gremiales responsables, como ya se ha hecho con algunos referentes, hoy imputados por la Justicia.
En ese sentido, Casa de Gobierno, Legislatura y Tribunales, tendrán guardia exterior permanente, y se vallarán cuando se realicen manifestaciones. La intención, según el Gobierno, “es preservar la seguridad de los trabajadores de los edificios públicos”.
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