martes, 12 de enero de 2016

Se toman su tiempo: la UCR definirá en marzo cómo encausar sus críticas al gobierno

PESE A SENTIRSE ENCORSETADOS POR EL ROL INSTITUCIONAL EN QUE LOS COLOCA SU PACTO CON EL PRO, LOS RADICALES PROFUNDIZAN SU MALESTAR POR EL ACCIONAR DEL PRO. APOYAN LAS DECISIONES ECONÓMICAS, PERO NO ESCATIMAN MISILES POR LOS DECRETOS Y EL MANEJO DE LA FUGA DE LOS LANATTA Y SCHILLACI.

Por ahora el malestar sigue circulando por lo bajo. Se expresa en charlas informales entre dirigentes, diputados, senadores, autoridades partidarias. Todos se cuidan de expresarlo públicamente. En el seno de la UCR el disgusto con varias medidas del gobierno nacional continúa. "En marzo vamos a definir una posición orgánica", dijo un operador todo terreno del radicalismo bonaerense, que subrayó que José Corral, el intendente de la ciudad de Santa Fe que quedó a cargo del Comité Nacional, "está en sintonía" con esta posición crítica. 

"El punto es que su rol institucional lo obliga a mayores equilibrios", aclaró el dirigente. Las críticas tienen ciertos matices. Los boinas blancas, aliados de Mugrizio Macri, valoraron algunas decisiones económicas. Sostuvieron, por ejemplo, que "era imposible seguir con el control de cambio", más popularmente conocido como "cepo al dólar".

El devenir de la fuga de los tres condenados por el triple crimen de General Rodríguez se sumó a los cuestionamientos de los boinas blancas, en este caso contra la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.

"Se la pasaron toda la campaña hablando de la lucha contra el narcotráfico y cuando asumieron decidieron dejar las mismas cúpulas que estaban antes", remarcaron sobre la gestión de la gobernadora y del macrista Cristian Ritondo al frente del Ministerio de Seguridad. Los radicales críticos señalaron esa decisión política como como "un error de principiantes".

Las quejas a Vidal también se trasladaron a cuestiones de poder. El mismo operador que habló en off, expresó su malestar por el lugar que la mandataria provincial le brindó al massismo. "Les dieron casi más espacios de poder al Frente Rejuntador que a nosotros", sostuvo, y señaló que además de la presidencia de la Legislatura bonaerense, a cargo de Jorge Sarghini, el massismo recibió espacios en el directorio del Banco Provincia. Vidal postuló para la entidad financiera a Daniel Arroyo y al ex intendente de Junín Mario Meoni. 

En la Cámara de Diputados el clima es similar. Cerca del diputado radical Mario Negri, jefe del interbloque de la alianza de derecha Cambiemos, destacaron el malestar por el hecho de que el presidente "no llame a (sesiones) extraordinarias" para ciertas decisiones. Cuestionaron que elija gobernar por decreto. "Mario trata de no hacer manifestaciones públicas con esto, aunque no le gusta nada el manejo", describieron en el entorno de Negri.

Las mismas fuentes sostuvieron que el malestar trasciende las fronteras de la UCR y cruza al territorio amarillo. Dijeron que el principal operador político de Macri durante la campaña electoral, el actual presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, uno de los principales orquestadores de la alianza UCR-PRO, "tampoco comparte el rumbo elegido" de mantener "cerrado el Parlamento".

A la hora de marcar a los responsables de estas decisiones, a quienes más influyen sobre el jefe de Estado para el camino que ha tomado, los dirigentes que hablaron con este diario apuntaron su dedo acusador contra Marcos Peña, el joven Jefe de Gabinete. 

"Ese muchacho es una especie de envase de antipolítica concentrada", remarcaron y recordaron que Peña tuvo una "leve incursión en el radicalismo" y se fue "porque no le gustan los partidos políticos y lo que implica participar ahí", algo que parece coincidir con cierto desprecio por la actividad del Parlamento. 

Hay una frase que las distintas fuentes consultadas repitieron y que no dejaba de ser sorprendente: "Este no es un gobierno de coalición", subrayaron, tomando distancia del actual Poder Ejecutivo. 

Al ser consultados sobre los motivos de esa afirmación, la respuesta mayormente fue la misma. Destacaron que un gobierno de coalición no implica que el radicalismo tenga dos ministros en el gabinete, sino "discutir y acordar las políticas que se llevan adelante. Eso no ocurre y el propio Macri reiteró en varias ocasiones que acá no había una alianza gobernante"

El ámbito en el que los radicales hacen algún reconocimiento es el de la económica, quizás por el cercano vínculo que tienen con el ministro Alfonso Prat el Gay, ex socio de ellos en el fallido UNEN.

Reconocieron como un "acierto" haber "levantado el cepo" a pesar de la fuerte devaluación y la escalada de precios que generó. Sin embargo, creen que el gobierno "se confía demasiado en los supuestos aliados sociales", refiriéndose a las cerealeras que "no están liquidando todos los dólares que habían prometido. Esos sectores cuando tienen 10 quieren 20 y cuando tienen 20 quieren 40. No se puede no controlarlos"

Hacia dentro del partido, el mayor encono es con Ernesto Sanz. El ex senador mendocino fue el principal impulsor del acuerdo con Macri. Presidía el Comité Nacional cuando su posición ganó en la interna. "Una vez que se ganó la elección dijo que daba un costado y que se retiraba de la política", fustigaron varios de dirigentes que acusaron a "Ernesto" de bajarse del barco cuando comenzaba lo más complejo.

Como se señaló, la UCR planea armar un encuentro para marzo, hacer un balance y definir una posición. Esto, aclararon quienes fueron consultados por este medio, "siempre y cuando no pasen cosas más graves antes"

El camino de gobernar de modo inconsulto y por decreto es cuestionado sólo por la oposición, cada vez genera más fisuras en la alianza de derecha Cambiemos.

Fuente: nota de Demián Verduga para InfoNews

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