A TRAVÉS DE UN PROTOCOLO, INTENTARÁ EVITAR QUE LOS CORTES DE CALLES Y PIQUETES AFECTEN "LA LIBRE CIRCULACIÓN", SEGÚN EXPLICÓ EL JEFE DE GABINETE MARCOS PEÑA.
Antes de desembarcar en la Casa Rosada, una de las mayores preocupaciones del procesado presidente Mugrizio Macri estaba centrada en el desenlace de diciembre, su primer mes de gobierno. No sólo por el pago de salarios y aguinaldos, especialmente en la provincia de Buenos Aires, sino por las múltiples hipótesis de protestas y conflictos con "posibilidades desestabilizadoras" que evalúan los miembros de su Gabinete. Los escenarios trazados en el imaginario del poder macrista diagnosticaban, hasta hace algunos días, movilizaciones y "focos de malestar" en distintos puntos del Conurbano.
Para afrontarlos, el gobierno nacional puso en marcha un "comité de crisis", integrado por representantes de los ministerios del Interior, Desarrollo Social, Trabajo y la Jefatura de Gabinete para coordinar acciones de "respuesta y contención" ante "la conflictividad social".
Fuentes de la Casa Rosada explicaron que el nuevo "equipo" estará bajo coordinación política del jefe de Gabinete, Marcos Peña, pero el control operativo del Consejo de Seguridad Interior quedará bajo el mando del ex diputado del GEN Gerardo Millman, el mismo funcionario que el jueves pasado encabezó, junto con la flamante ministra del área, Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, la primera reunión de ese organismo que contó con la presencia de representantes de casi todas las provincias.
En ese encuentro, según explicó uno de los asistentes, "fue mencionado un comité para afrontar las protestas y evitar los piquetes con alcance nacional". En los mapas de conflictividad que barajan los funcionarios del Gabinete, y especialmente Bullrich Luro Pueyrredón, hay escenarios "preocupantes" en el norte argentino, en tierra bonaerense y "en otras provincias". Las evaluaciones fueron construidas pacientemente por el nuevo oficialismo a partir de información provista, en algunos casos, por distintos mandatarios provinciales y en otros casos por las fuerzas de seguridad locales y federales.
"Las protestas son legítimas, pero no pueden afectar la libre circulación y la posibilidad de llegar al trabajo, a viajar, de distinta gente que no participa en esa situación", justificó el viernes el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en declaraciones radiales para oficializar el estreno del nuevo equipo en el conflicto que ocurrió en la planta avícola Cresta Roja. "Las fuerzas de seguridad tienen que ser profesionales para que la situación se resuelva de manera pacífica", opinó el jefe de ministros sin mencionar las áreas que intervendrán en el "comité" que, según informó el sitio Letra P, sería bautizado como "Comité de Seguridad Humana".
Una coordinación operativa de las fuerzas de seguridad y los ministerios intervinientes que incluiría a la flamante "Coordinación Operativa de Inteligencia Criminal", desde el viernes en manos del secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco. El área, de acuerdo con la última reforma a la Ley de Inteligencia que rige desde el año pasado, incluiría la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que también tiene bajo su estructura el área de inteligencia criminal. Ante las consultas de este diario, distintas fuentes oficiales se negaron a precisar ese punto, pero de confirmarse, sería una directa intervención del aparato de espionaje estatal en temas de seguridad interior.
En público, Peña dijo que todos los ministerios involucrados realizarán un protocolo para que haya "previsibilidad y reglas claras para todos" durante las protestas y movilizaciones, sin embargo, fuentes del Ministerio de Seguridad confiaron a los interlocutores provinciales del Comité de Seguridad Interior que el nuevo "equipo" funcionará más allá del verano. Todo en el marco de un decreto de necesidad y urgencia que, en los próximos días, declarará formalmente la "emergencia nacional en seguridad".
Fuente: nota de Claudio Mardones para InfoNews
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