La Comisión Nacional de Energía Atómica salió al cruce de una nota del pasquín envuelve huevos donde cuestionan los avances tecnológicos del país en el sector.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) salió al cruce de una nota del diario Clarín, donde se ponen en cuestión los avances tecnológicos del país en el sector, y afirmó que "en la última década Argentina logró el progreso científico y el salto tecnológico más grande de la historia, consolidando una formidable soberanía en materia de conocimiento".
Para la CNEA, este crecimiento se dio "en particular en el sector nuclear que impulsó la tecnología de punta en nuestro país y que hoy nos permite recuperar capacidades que habíamos perdido en la década del 90".
"El artículo de Clarín de hoy está en consonancia con las declaraciones del candidato MugrizioMacri (PRO), que considera un despilfarro la asignación de recursos por parte del estado al desarrollo tecnológico", afirma un comunicado de la CNEA firmado por su titular, Norma Boero.
"Nuestra gestión -añade- ha convertido al desarrollo nuclear en una política de Estado. Durante los años 2003 y 2006 con el impulso del presidente Néstor Kirchner se elaboró el plan para la recuperación del sector con el objetivo de rediseñar la actividad nuclear, establecer nuevas obras de gran envergadura, implementar políticas para diversificar el sector, recuperar y formar nuevos recursos humanos e involucrar decididamente a la industria nacional en la actividad".
El organismo explicó en su escrito que para emprender ese camino de crecimiento tecnológico "se establecieron tres ejes de acción fundamentales: La generación eléctrica, la salud pública y la investigación y el desarrollo científico".
La CNEA resaltó que "la industria nuclear crea un círculo virtuoso de desarrollo y fortalece a los sectores de la economía ligados a la producción de servicios y productos, vinculados con la actividad. El fuerte componente argentino en el desarrollo de dos proyectos emblemáticos como el CAREM y ATUCHA II, que ya son una realidad, así como el que tendrán las futuras centrales nucleares son prueba de ello".
"El impulso de estos proyectos no constituyen acciones aisladas o espasmódicas de un grupo de científicos y técnicos, sino que fueron concebidas en el marco del relanzamiento del Plan Nuclear Argentino, consolidando la importancia que la energía nuclear tiene para el desarrollo socio-económico del país", subraya el texto.
"Hoy podemos decir que estamos entre los 10 países del mundo con el mayor desarrollo científico tecnológico de vanguardia, a partir del dominio de todos los aspectos vinculados al manejo del ciclo del combustible nuclear para usos pacíficos, desde la exploración de uranio hasta la generación de nucleoelectricidad, pasando por múltiples aplicaciones como la medicina", agrega.
Asimismo, destaca que "el manejo de esta tecnología nos permite reafirmar la soberanía argentina y nuestra capacidad autónoma de desarrollo en la materia. No existen demasiados campos (sobre todo en el área del conocimiento) en el que nuestro país pueda hacer esta afirmación".
"Esta capacidad -resalta el comunicado- no se adquirió de un día para el otro: es fruto de la constancia y una larga historia de esfuerzos y dedicación por más de 65 años de los científicos argentinos, que nunca recibieron tanto apoyo y financiamiento como en esta década".
Además "el sostenido crecimiento económico desde el 2003 a hoy ha incrementado notoriamente la demanda de energía eléctrica, haciendo imperioso utilizar variadas fuentes de energía, entre ellas la nuclear. Su contribución no solo radica en la capacidad energética del uranio, sino en que no genera gases que dañan la capa de ozono por emisión de monóxido de carbono, motivo por el cual no impacta en el cambio climático".
"A esto se suman las múltiples aplicaciones que generan beneficios directos para la comunidad en temáticas tan variadas como la industria, el agro, la preservación de alimentos, la conservación de nuestro patrimonio cultural, las investigaciones en física forense, entre otras, que utilizan técnicas nucleares para mejorar la vida de millones de argentinos", sostiene la CNEA en otro párrafo del comunicado.
También menciona "la producción de radioisótopos de uso médico y los servicios de medicina nuclear tanto para diagnóstico como para tratamiento de variadas patologías".
Entre los principales logros de estos años destaca "el nivel de inversión concretada –que alcanzó los 11.000 millones de dólares– récord en la historia de nuestro país para un período de 9 años".
Los objetivos alcanzados comprenden "la terminación y puesta en operaciones a plena potencia de la Central Nuclear Néstor Kirchner (ex Atucha II) de 745 megavatios, que en el año 2003 se encontraba abandonada por las políticas neoliberales que devastaron al sector y el país; el desarrollo de la tecnología nuclear aplicada a la salud pública y la federalización de la medicina nuclear, con la construcción de 11 Centros de Diagnósticos que colocan hoy al país a la vanguardia de la región; y la recuperación de la Planta de Enriquecimiento de Uranio en Pilcaniyeu (Provincia de Río Negro). A esto se suma la producción del 5% del Molibdeno-99 que se consume en el mundo para la producción de radiofármacos y de Cobalto 60 que nos ubica como terceros productores mundiales".
El comunicado concluye señlando que "la federalización de la medicina nuclear es un hito histórico para Argentina. El Plan incluyó la formación de recursos humanos, la adquisición de equipamiento de punta y la creación y actualización de centros de medicina nuclear, buscando poner al servicio de la salud pública y de todos los argentinos el desarrollo tecnológico en el área en todas las regiones del país. En definitiva, la decisión firme de desarrollar un sector que se encontraba paralizado se tradujo en los resultados que hoy están a la vista. Es deber de todos defender los logros alcanzados y que la actividad nunca vuelva a retroceder como lo ha hecho entre los años 1990 y 2002".
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