lunes, 12 de enero de 2015

Caso Lola Chomnalez: sin detenidos a 13 días del hallazgo de su cuerpo

Tras el fatal desenlace, 10 personas fueron detenidas e interrogadas por el homicidio, aunque todos fueron liberados y en la causa sólo quedan por analizar unos pocos indicios que aclaren la muerte de la adolescente de 15 años asesinada en diciembre en Barra de Valizas, Uruguay.


Entre esos pocos indicios está el de los materiales hallados en la escena del crimen y los entrecruzamientos telefónicos entre la víctima y el esposo de su madrina.

Además, la jueza Marcela López, quien hasta ahora encabezó la causa como subrogante por la feria judicial de enero, dejó el expediente en manos de una jueza de Paz, hasta que el mañana retome sus actividades la titular del juzgado de Segundo Turno de Rocha.

Lola desapareció el domingo 28 de diciembre de 2014, cuando salió a caminar por la playa en el balneario de Barra de Valizas, adonde había viajado para pasar unos días con su madrina, su padrino y los hijos de ambos; y su cuerpo fue encontrado casi dos días después en una zona de dunas, tapada con arena.

La autopsia confirmó que la causa de la muerte de la chica fue la asfixia por sofocación, por haber aspirado arena en el lugar en el que la atacaron, que tenía heridas cortantes en el cuello y en uno de los brazos y que no había sido abusada sexualmente.

El primero de los detenidos por el caso fue un hombre de unos 40 años, apresado el 31 de diciembre por su parecido con el de un sospechoso cuyos datos fisionómicos fueron aportados por un testigo.

El hombre incluso tenía marcas de rasguños en los brazos que los investigadores creyeron podían ser intentos de defensa de Lola, aunque luego se comprobó que no tenía que ver con el caso tras el testimonio de su mujer, que declaró haber tenido una pelea de pareja con el acusado, y fue liberado al día siguiente.

Entre la noche del 31 de diciembre de 2014 y el 1 de enero de 2015 fueron apresados la madrina de la joven, Claudia Fernández; su marido, el pastelero Hernán Tuzinkevich, y su hijo de 14 años; luego de que la jueza Marcela López considerara que habían ofrecido declaraciones "inconsistentes y contradictorias".

La causa se enfocaba entonces en el círculo íntimo de la víctima, aunque como los investigadores no encontraron otro tipo de pruebas que los incriminaran el 2 de enero los tres fueron liberados y autorizados a regresar a Argentina.

De todas formas, los voceros aseguran que siguen "emplazados" en la causa aún no fue descartada totalmente esa línea investigativa.

El quinto apresado del caso fue un pescador oriundo de la cercana localidad de Castillos que se creía había conocido a Lola, pero fue liberado el 4 de enero, un día después de su detención, luego de que se confirmara que no había estado en la zona cuando ocurrió el hecho.

Entre la noche del 4 y la mañana del 5 de enero fueron detenidos cuatro albañiles, que habían realizado un trabajo en Valizas el 28 de diciembre con un hombre apodado "Conejo", cuyo rostro coincidía con el identikit de un sospechoso difundido por el Ministerio del Interior de Uruguay.

Todos fueron liberados el 6 de enero, en tanto que el "Conejo", un changarín de 45 años, fue apresado al día siguiente y sometido a rueda de reconocimiento ante los testigos que habían aportado información para la confección del identikit. Como estos no lo reconocieron y no se hallaron otras pruebas en su contra, la jueza lo liberó el 8 de enero.

Fuentes judiciales dijeron que la policía quiere escuchar ahora la versión de un hombre al que llaman "Huguito", un amigo del "Conejo" al que buscan desde antes de la detención de éste último, con quien los investigadores creen que estuvo el domingo 28 de diciembre.

Por su parte, la jueza subrogante Marcela López -que si no es una inoperante marca cañón, pega en el palo- pidió licencia tras haber sufrido un pico de estrés, por lo que la causa quedó en manos de una jueza de Paz hasta el próximo martes, cuando regresará a su puesto su colega Silvia Urioste Torres, titular del juzgado de Segundo Turno de Rocha.

En tanto, la Justicia está abocada al análisis de distintos resultados de peritajes ya existentes, entre ellos el de materiales encontrados en la escena del crimen y de los llamados entrantes y salientes de los teléfonos celulares de Lola y del esposo de su madrina, Tuzinkevich.

Los investigadores esperan la declaración de un perito especializado en telefonía celular para que interprete algunos de los datos surgidos de esos análisis de comunicaciones, para que se elabore un acta que se adjunte al expediente.

También se solicitó una ampliación del informe de peritos que analizaron la escena del crimen y que levantaron distintas muestras en la zona, entre ellas, una colilla de cigarrillo y un mechón de pelos en una madera.

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