Daniel Adler, integrante del Tribunal de Enjuiciamiento que el jueves lo repuso en su cargo hasta que se defina la fecha de un nuevo juicio político, aseguró haber sido víctima de escraches con panfletos y pintadas en su barrio y en los tribunales de Mar del Plata donde ejerció durante más de veinte años.
Adler, quien votó en disidencia con el tribunal que repuso en su cargo a Campagnoli por cuatro votos contra tres, relató que el jueves, en su domicilio de Mar del Plata, arrojaron panfletos con la leyenda "Adler fiscal Korrupto","Defensor de corruptos", "Verdugo de Campagnoli", y que el ataque también lo sufrió su hija en la escuela.
"Es un hecho cobarde que me generó impotencia pero no me intimidó", dijo en declaraciones radiales el ex presidente del Tribunal al definir el hecho como una "crónica de un escrache anunciado", parafraseando la novela de Gabriel García Márquez "Crónica de una muerte anunciada".
Días atrás, Adler había denunciado intimidaciones a través de la red social Twitter, sumándose a las denuncias realizadas por la fiscal que reemplazaba a Campagnoli en la Fiscalía de Saavedra, Cristina Caamaño, y el fiscal Adolfo Villate.
Anteriormente, la jurado María Cristina Martínez Córdoba había recibido mensajes amenazantes vía Twitter (donde se difundió su foto y dirección) y aunque ella no hizo ninguna denuncia pública por estos hechos, solicitó licencia por enfermedad y finalmente renunció a integrar el jury.
Adler destacó que ayer el Tribunal que falló por el levantamiento de la suspensión de Campagnoli "funcionó con todos sus miembros en el marco del juego de la democracia y el funcionamiento de las instituciones".
El juicio a Campagnoli, suspendido en diciembre, se cayó técnicamente luego de cumplirse diez días corridos sin audiencias y, por ese motivo, el tribunal deberá resolver una nueva fecha de juicio político.
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