Los problemas se iniciaron con la barra "funebrera". Se registraron incidentes e intentos de saqueos en locales comerciales. Vidrios rotos, golpes y gases lacrimógenos. También hubo varios detenidos. La Policía utilizó camiones hidrantes.
Se registraron serios incidentes en la zona del Obelisco después de los festejos por el subcampeonato argentino en el Mundial, con intentos de robo, saqueos y violencia, con personas claramente alcoholizadas.
La guardia de infantería de la Policía Federal intervino y utilizó camiones hidrantes para contener los disturbios que comenzaron cuando un grupo de personas generó destrozos en un móvil de televisión.
Los agentes mantuvieron enfrentamientos con los manifestantes, que utilizabann palos y piedras para defenderse, y se escondían en las bocas de las estaciones de subte.
Además, se registraron agresiones entre los propios manifestantes, que provocan destrozos en las adyacencias de la calle Corrientes.
En ese lugar, un grupo de alrededor de 15 hinchas subió al techo de uno de los móviles televisivos y arrancó una de las antenas, mientras los trabajadores abandonaron el vehículo.
Durante la desconcentración de las personas que vieron el partido en las pantallas gigantes instaladas en Plaza San Martín, se registraron saqueos e intentos de asalto a locales comerciales ubicados sobre la peatonal Florida.
En uno de ellos, de venta de artículos deportivos, por lo menos dos personas ingresaron y se llevaron mercadería, aunque rápidamente fueron detenidos por efectivos policiales.
Debido la multitud concentrada en el lugar, los camiones de la guardia de infantería tenían dificultades para ingresar a la zona y contener los disturbios.
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