domingo, 25 de mayo de 2014

El patético sentido común de María Julia Oliván

Una columna de Telam logra desentrañar muy fácilmente los falsos argumentos utilizados por la periodista María Julia Oliván, en una nota de Infobae, para depreciar las asignaciones familiares, y la política impositiva, del gobierno nacional.

El último jueves 22 de mayo, la actual panelista de Intratables, publico una desafortunada columna en Infobae titulada "Cuando no trabajar es ganancia", instalando claramente la mediocre idea de que en Argentina es mejor ser "vago" que trabajador.

La nota llama la atención ya que logra exponer,  sin profundidad de análisis ni fuentes fehacientes, un punto de vista acerca de la coyuntura socio económica que podemos fácilmente encajar en un discurso del "medio pelo" argentino, que más que una tendencia eventual, se trata de una arenga instalada en la opinión pública por personajes cuyo status no se corresponde con el discurso que sostienen.

Como respuesta a dicho razonamiento, una nota de Telam distinguió y desmintió, una por una, las afirmaciones de Oliván.

La nota de Maria Julia Oliván en su segundo párrafo sostiene: “Pero en la Argentina del reino del revés, la carga impositiva de ganancias sobre los asalariados y el IVA generalizado a los bienes de consumo básico generan una verdadera disyuntiva que plantea una duda peligrosa: ¿conviene estudiar, esforzarse y trabajar? ¿Es realmente ése el vehículo para el progreso o puede suceder que quien sigue ese camino viva estancado en la pobreza?” Esta primera falsa afirmación surge en torno al supuesto "IVA generalizado a los bienes de consumo básico”.

Olivan manifiesta más adelante que “el impuesto a la Ganancia es progresivo. Es decir, que se paga entre el 9 y el 35% de lo que se considera ganancia sujeta a impuesto. El punto es que cualquier economista serio dirá que se trata también de un impuesto distorsivo, y de allí las paradojas.”

En este punto el periodista de Telam explica que todos los impuestos son distorsivos en tanto implican la participación del Estado, no obstante  dado que hay un presupuesto a financiar, "la tarea es basar la recaudación en aquellos impuestos que sean más progresivos y menos distorsivos".

Luego, Oliván expresa: “Otra cosa no menos controvertida es lo que sucede con muchos docentes de la Ciudad de Buenos Aires que son los mejores pagos del país pero cobran parte de su salario en negro y se les aplica el descuento de ganancias sobre el total percibido (blanco y negro)”.

Si uno acceda a la página web www.salariosdocentes.com.ar, se observa que en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, La Pampa, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Neuquén, Rio Negro y Mendoza, se paga mejor que en CABA.

“Además -continua Oliván- de este impuesto, como es sabido, de todo lo que uno gana al cabo de un año una buena parte va a parar a los llamados descuentos obligatorios (jubilación, obra social, PAMI) y otra más a gastos que pueden ser descontados de ganancias como el pago de empleadas domésticas, prepaga, seguros, etc. Pero esto también tiene su vuelta de tuerca en contra de la clase media: por ejemplo, un trabajador que gane 16.000 pesos y alquile no puede deducir el alquiler del pago de Ganancias".

Y afirma también que “La AUH (la “wacha”, como le dicen en los barrios) se paga hasta 5 hijos.  A partir de 6 chicos, hay otros planes. Pero volvamos al caso de los 5 hijos. Si cada beneficio es de 644 pesos, que en el caso de un hijo discapacitado trepa a 2100, imaginemos lo siguiente: una familia con cinco hijos (nada raro en los sectores más vulnerables, donde las familias son siempre numerosas) de los cuales uno tenga, además, alguna discapacidad.”

Según datos del ANSeS, notificados públicamente a principios de 2014 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el 78% de las familias que reciben la AUH tiene uno o dos hijos, el 16% tiene 3 hijos, sólo el 4% tiene 4 hijos y apenas el 2% tiene 5 hijos.

La exponente del más puro "panquequismo" concluye, para recibirse de "tilinga" como diría Jauretche, señalando que “en este sentido, un argentino sin trabajo cobra más que la periodista con cinco empleos, título universitario y posgrado.”

Resulta casi paradójico que la columna de María Julia, haya sido publicada la misma semana que la Cámara de Diputados convirtiera en Ley el Programa de Fomento del Trabajo Registrado, presentado por el ejecutivo para erradicar el trabajo en negro.

En Telam explican que el artículo 28 de la ley de IVA, indica que la alícuota del impuesto es del 21%, pero se aplica una alícuota del 50%, es decir de sólo 10,5%, a la venta de los siguientes alimentos: carnes, frutas, legumbres y hortalizas -frescas, refrigeradas o congeladas-, miel de abejas a granel, granos -cereales y oleaginosos, excluido arroz- y legumbres secas -porotos, arvejas y lentejas-, harina de trigo, pan, galletas, facturas de panadería y/o pastelería y galletitas y bizcochos. Además  el artículo 7 dispone que "la leche fluida o en polvo, entera o descremada sin aditivos está exenta de IVA".

Es así que no existe impuesto menos distorsivo y más progresivo que el impuesto a las ganancias de las personas físicas. En el contexto internacional es fácilmente demostrable ya que en todos los países desarrollados tienen a este impuesto como la principal fuente de recursos tributarios.

"Es muy loco porque el salario no es ganancia. La ganancia es lo que tienen las empresas y no los trabajadores que venden su fuerza de trabajo”, afirmó Oliván en su columna. En principio es importante aclarar que en Argentina menos del 10% de los trabajadores pagan el impuesto.

Además tan solo ingresando a la publicación realzada por el blog www.olivera.blogspot.com, basado en información de la página Taxing Wages de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), se ve una tabla que evidencia que en todos los países miembros los salarios pagan impuestos a las ganancias.

Incluso se observa que la presión tributaria sobre el salario promedio en Argentina es más baja que en todos los países miembros de la OCDE, salvo Chile.

La periodista debería darse cuenta que si con cinco empleos no puede mantenerse, podría interpretarse que su colega está siendo explotada por sus empleadores que la hacen trabajar en negro y en definitiva son los verdaderos culpables de su situación.

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