El atentado a la embajada de Israel, ocurrido el 17 de marzo de 1992 y que arrojó un saldo de 29 muertos, fue recordado ayer con un acto al cumplirse el 22º aniversario del ataque terrorista. "Necesitamos verdad y justicia", dijo el ministro de Justicia, Julio Alak.
El acto fue en el mismo lugar donde funcionó la delegación diplomática israelí: en Arroyo 910 de esta Capital.
Todo comenzó exactamente a las 14:50, hora del atentado, con el sonido de una sirena. Se colocaron ofrendas florales y Carlos Susevich fue uno de los oradores en representación de los familiares de las 29 víctimas; Itzjak Shoham, director general adjunto para América Latina y el Caribe de la Cancillería Israelí, y la embajadora Dorit Shavit. También asistieron dirigentes políticos porteños y nacionales, como el ministro de Justicia, Julio Alak.
Bajo el lema "Acá había vida" la embajadora de Israel Dorit Shavit exhortó a combatir al "terrorismo internacional" que "mata no solo a judíos o israelíes, sino a todos”.
"Mi pueblo ha hecho de la memoria un ejercicio, herramienta fundamental para la construcción de una realidad con sentido. Nuestro corazón está con ellos (las víctimas), así como nuestros recuerdos están siempre con ellos", dijo la embajadora.
"El terrorismo mata no solo a judíos o israelíes, sino que a todos. El atentado no fue solo contra Israel, sino que estuvo dirigido contra la sociedad argentina toda", sostuvo Shavit y agregó que "todos tenemos la responsabilidad de rechazar este atentado. Reitero el pedido de búsqueda de Justicia y de luchar contra el terror".
Por su parte, el ministro de Justicia, Julio Alak, sostuvo que "este atentado es una cicatriz en la República" y que con "no olvidar no alcanza, necesitamos verdad y justicia".
"Esperamos que continúen los avances, pero no sólo para los familiares, sino para que todos los argentinos estén en paz, porque este fue un atentado para toda la Nación", enfatizó.
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