El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, consideró que la necesidad de una reforma judicial es "innegable" y que los cambios deben apuntar a "acercar la justicia a la gente".
"¿Cuál es la orientación?", se preguntó Lorenzetti y ejemplificó: "poner a los jueces donde están los conflictos, en las pequeñas causas, mediadores, magistrados móviles", para que haya una solución "más rápida" de ellos.
Lorenzetti encabezó ayer el acto de "Apertura del año judicial 2014", ocasión en la remarcó las "prioridades" a las que apuntará el Poder Judicial de la Nación.
En tal sentido, el presidente del máximo tribunal mencionó las "cuestiones del pueblo", entre las que citó "el temor de los que tienen algo ahorrado y temen perderlo, el de la droga, el miedo de los excluidos, el de los jubilados".
El titular de la Corte marcó como otra prioridad la facilitación del acceso a la justicia porque, recalcó, "no hay estado de derecho sin igualdad".
Lorenzetti ponderó también el "derecho a la autodeterminación" y abogó por "promover la diversidad" ya que "es relevante -dijo- fortalecer el debate público".
El presidente de la Corte lamentó que "se demonicen a personas o grupos", cuando, a su criterio, se debería contestar con argumentos.
"Aún los temas más difíciles pueden ser debatidos" afirmó y remarcó la "necesidad" de "un cambio de paradigma en la gobernabilidad" y "promover una cultura del encuentro" porque "vamos por mal camino si no logramos consensos básicos".
Lorenzetti, quien criticó a anteriores Cortes Supremas, sostuvo que la actual "está muy comprometida con el funcionamiento democrático", que "implica la división de poderes" y repitió un concepto que volcó en otra ocasión: "las mayorías pueden tomar decisiones inconstitucionales".
El magistrado dedicó la parte final de su alocución al derecho ambiental y se refirió a la "fragilidad", por lo que reclamó poner "límites", ya que "si una ciudad se inunda en 24 horas, volvemos a la edad de piedra", enfatizó.
El acto se realizó en la Sala de Audiencias del cuarto piso del Palacio de Justicia de Talcahuano 550 que, además de todos los miembros de la Corte, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Carmen Argibay y Eugenio Raúl Zaffaroni, estuvo colmada por funcionarios judiciales e invitados especiales.
El ministro de Justicia, Julio Alak, su par de Seguridad, Cecilia Rodriguez; los secretarios de Justicia, Julián Alvarez, y de Derechos Humanos, Martín Fresneda; la Procuradora General, Alejandra Gils Carbó; y la Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, fueron algunas de las máximas autoridades sentadas en las primeras filas.
En las butacas privilegiadas para los representantes de organizaciones sociales y culturales del recinto, donde la Corte suele realizar las audiencias públicas en causa de gran repercusión social, hubo representantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y el periodista Horacio Verbitsky, titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre otros.
Se dieron cita, además, en el cuarto piso de los Tribunales porteños, el titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, el presidente del Consejo de la Magistratura de la Nación, Alejandro Sánchez Freytes, su colega Juan Manuel Olmos del Consejo porteño y el sindicalista Julio Piumato, entre otros.
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