Por Rubén Pereyra para revista Veintrés
El kirchnerismo ya discute las candidaturas en el distrito electoral más importante del país. El primer paso fue en Santa Teresita, en el congreso del PJ bonaerense. Quiénes son y qué estrategias llevará adelante cada uno para posicionarse en la interna.
Llegó el momento. Y un día el kirchnerismo tuvo que ponerse a discutir de candidatos. Un movimiento verticalista como el FPV, que responde al peronismo y que tuvo y aún tiene dos líderes indiscutibles, como Néstor Kirchner y Cristina Fernández, debe definir sus candidaturas más importantes de cara al 2015, cuando se realizarán las elecciones presidenciales y deberá elegirse a la mayoría de los gobernadores. La provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante, será uno de ellos. Y ahí la carrera, aunque todavía tímidamente, ya se lanzó. Igual que en la nacional, donde hay varios anotados pero sólo uno con proyección nacional, como Daniel Scioli, en territorio bonaerense son varios los que se prueban la ropa que va a dejar el gobernador.
Hasta donde pudo averiguar Veintitrés, ellos son Gabriel Mariotto, Martín Insaurralde, Fernando Espinoza, Diego Bossio y otros dos que juegan en las ligas mayores para las presidenciales, como Florencio Randazzo y Julián Domínguez, pero que eventualmente pueden ser buenos candidatos también en la provincia. Seis anotados para una sola candidatura y un solo sillón.
El puntapié inicial se dio en Santa Teresita, donde el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires realizó su congreso. Participaron desde Daniel Scioli hasta Jorge Capitanich, pasando por la mayoría de los intendentes bonaerenses y varios funcionarios del gobierno nacional. La mayoría de los probables contendientes provinciales participaron del plenario de Santa Teresita, a excepción de Martín Insaurralde.
El vicegobernador Gabriel Mariotto, que tuvo sobre el principio de la gestión una relación tumultuosa con Daniel Scioli, se animaría a dar batalla en tierras bonaerenses montado en una trayectoria radicalizada, que incluyó la campaña por la discusión y votación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el enfrentamiento con el principal multimedios de la Argentina, el Grupo Clarín. Desde el entorno de Mariotto sostienen que “Gabriel siempre estuvo en las difíciles, por donde pasó armó quilombo y no va a cambiar. Él está en un lugar en el que nunca pensó estar, pero gracias a Néstor y Cristina hoy tiene la oportunidad de pelear la gobernación, y lo va a hacer. Él va a ir contra las corporaciones, como hizo siempre, cree firmemente en el modelo y en su profundización”. Respecto de su antiguo enfrentamiento con el gobernador –hoy inexistente–, los consultados señalaron que “no es que ahora haya una tregua sino que Daniel se dio cuenta de que nosotros no trabajábamos para esmerilar su gobierno, y que le votamos todas las leyes y no pusimos palos en la rueda; eso hizo que bajara el nivel de confrontación y dejaran de operarnos” en los medios de comunicación.
Las fuentes consultadas creen que la actividad del vicegobernador va a estar centrada en la militancia, cree en llevar la política a la gente. Con ese motivo el miércoles 26 de febrero la fuerza que lidera, Proyección Nacional, realizó el Tercer Plenario de Políticas Públicas en el predio deportivo del club Banfield. Si bien nadie lo confirmó, ni el propio Mariotto se refirió a la cuestión, el plenario iba a funcionar a modo de prueba piloto para sondear si está en condiciones de pelear la candidatura a la gobernación. “Si el saco le queda grande, y la gente no lo acompaña, Gabriel va a dar un paso al costado, pero hoy, con este plenario y su éxito, estamos convencidos de que estamos para dar la pelea en la provincia”, se entusiasmaron algunos de sus allegados y organizadores del evento que, efectivamente, contó con una excepcional concurrencia (10.000 personas, dijeron los organizadores) y la presencia de varias figuras del kirchnerismo. Hicieron uso de la palabra, en ese plenario, nada menos que dos precandidatos presidenciales, Daniel Scioli y Sergio Urribarri, para beneplácito de Mariotto y sus planes de pelear la gobernación.
Un ausente en Santa Teresita y, más aún, del plenario realizado por Mariotto fue el ex intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. El principal candidato del kirchnerismo en las últimas elecciones, quien perdió ante el Frente Renovador de Sergio Massa, se anota ahora en la disputa bonaerense porque dice contar con las preferencias del gobernador Scioli y con haber sido el candidato elegido por la Presidenta en los últimos comicios. Una fuente con llegada a Daniel Scioli sostuvo que el gobernador no ve con malos ojos a Insaurralde, pero que hoy por hoy no se juega por ningún candidato. “De la misma forma que lo hace Cristina a nivel nacional, el gobernador va a dejar correr a todos los candidatos a sucederlo, y hace bien en no jugar con ninguno. Tampoco desmiente y deja correr a Insaurralde como su candidato porque no le resta, pero él va a dejar que la interna se desarrolle”, apuntó la fuente consultada.
“Daniel guarda cierto afecto por Martín –añadió–, aunque no ha explicitado todavía su apoyo y está bien que así sea, que por ahora no le dé la derecha a ninguno y dejar que corran. De ese modo también Insaurralde se transforma en un comodín para él, una especie de advertencia tipo ‘guarda que tengo uno acá al que puedo transformar en candidato’. De todas formas, nadie saca los pies del plato porque están esperando ver qué pasa a nivel nacional. La campaña, mientras tanto, se realiza por abajo”.
Desde las huestes de Mariotto no andan con vueltas respecto de Insaurralde. “Parece que están claras las diferencias, él (por Insaurralde) se saca fotos con Sergio Massa y Jesica Cirio, y nosotros hacemos un plenario con militantes. Los escenarios son muy distintos”, lanzaron el dardo desde Banfield.
El tercer contendiente es nada menos que el intendente del principal distrito electoral de la provincia, La Matanza, y a la sazón presidente del Partido Justicialista bonaerense, Fernando Espinoza. El matancero compite con Insaurralde por el favoritismo del gobernador y tiene la responsabilidad, además, de conducir el justicialismo. Por ahora, Espinoza no ha oficializado tampoco su candidatura, pero es imposible soslayar la importancia que tiene estar al frente del partido más populoso de la provincia de Buenos Aires, de histórica tradición justicialista, como lo es La Matanza, con una población de 1.250.000 habitantes y casi 950.000 personas en condición de emitir su voto.
Además de los nombrados, hay otros tres candidatos con proyección nacional pero que podrían también ser candidatos en la provincia. Ellos son el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y el director de la ANSeS, Diego Bossio.
Desde el sciolismo apuntan que “algunos tiran arriba para jugar abajo; es el caso de Randazzo y Domínguez: ambos se apuntan en la presidencial pero serían excelentes candidatos a gobernar la provincia de Buenos Aires”. Fuentes cercanas a Mariotto creen que también “el Flaco (Randazzo) y Julián serían excelentes candidatos en la provincia”, región que por ahora miran de reojo aunque no descartan. De hecho, hace pocas semanas el ministro Randazzo fue claro: “Si saco adelante el transporte público, después juego cualquier partido”, dijo el funcionario, y esto, por supuesto, no excluye la gobernación. En este caso, no compite por los favores de Daniel Scioli. “Me voy a ir de acá, yo no voy a ser funcionario de Scioli ni de Massa”, dijo Randazzo esta semana, y le marcó la cancha al gobernador bonaerense. El Flaco tiene vuelo propio y, ya sea para las presidenciales o para la gobernación, su fuerte es uno solo: “No hay mejor política que mostrar la gestión”, dice el funcionario que aspira a dejar ordenado el transporte público y que eso le sirva de trampolín para su candidatura. “Cuando asumí el Ministerio del Interior venía como un tipo de la política, pero se confundieron; yo dije que si me iba con el DNI hecho nuevo, me daba por hecho, y algunos me trataron de loco”, apunta Randazzo.
No es el único que intenta mostrar la gestión como fuerte para construir con vistas al 2015. En silencio, el director de la ANSeS, Diego Bossio, siempre está anotado en territorio bonaerense. A caballo de su buena gestión al frente de un organismo tan importante, Bossio no pierde oportunidad de mostrarse en la provincia de Buenos Aires, como lo hizo a fines de enero, cuando se reunió con intendentes para hacer el seguimiento de los precios de los materiales de construcción afectados al plan Procrear. En la cumbre de Santa Teresita, Bossio también hizo oír su voz: “Peronismo es pensar siempre en el otro, en los que menos tienen, en trabajar para reducir las desigualdades todos los días”, dijo luego de inaugurar una sede de ANSeS en Santa Teresita junto al jefe de Gabinete de Ministros Jorge Capitanich. Firmaron, también, varios convenios Procrear con el intendente local, Juan Pablo de Jesús. Bossio, entonces, al igual que Randazzo, prioriza la gestión como forma de hacer campaña.
Otro que si bien no está formalmente anotado en la carrera puede jugar en Buenos Aires es el presidente de la Cámara de Diputados y ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez. Enfrentado con Daniel Scioli, alguna vez sostuvo: “Prefiero a un candidato que tenga unidad básica, militancia política y experiencia en la pelea política. A mí personalmente no me representa”.
Otro que algunas fuentes mencionaron como posible precandidato es el actual jefe de bloque del FPV en la Legislatura bonaerense, Fernando “Chino” Navarro, del Movimiento Evita. “No estoy anotado en ninguna carrera –dijo–, para mí es apresurado hablar de candidaturas pero no juzgo a los compañeros que ya lo hacen y se están lanzando. Nosotros desde el Movimiento Evita trabajamos con la militancia y con la gente, yo soy diputado y presidente del bloque y mi política es llevar la Legislatura a los barrios, volver a la militancia, a la política”, señaló, y dejó abierto el interrogante de cómo se posicionará en la interna ese importante movimiento social del kirchnerismo.
Mientras tanto, hace poco se conformó “Los Oktubres”, una liga de intendentes bonaerenses que trabajan para que el próximo gobernador salga del grupo de mandatarios municipales kirchneristas. Este grupo de alcaldes sub 45 son Juan Patricio Mussi (Berazategui), Francisco Echarren (Castelli), Francisco Durañona (San Antonio de Areco), Hernán Zurieta (Punta Indio), Eduardo Bucca (Bolívar) y Santiago Magiotti (Navarro).
Mientras por arriba, para la presidencia, el kirchnerismo se mantiene vivo en el debate político, para la gobernación bonaerense no faltan anotados. Las disputas y diferencias con Daniel Scioli parecen haber quedado atrás. Un conocedor del territorio de la provincia de Buenos Aires dejó la siguiente reflexión: “Lo que puede pasar de acá al 2015 es que, en el peor escenario, el kirchnerismo duro puede llegar con un piso de 20 por ciento de intención de voto; en un mejor escenario, teniendo en cuenta que lo peor de los intentos de desestabilización ya pasó, aunque van a seguir en marzo, es que ese porcentaje se eleve a un 32 por ciento. Con cualquiera de los dos escenarios, Scioli necesita esos votos, con lo cual no puede largarse a confrontar derecho viejo con el kirchnerismo duro. Lo necesita si quiere ser presidente. Y esa es la principal arma con que hoy cuentan para condicionarlo”. Más claro, echarle agua.
Sin Néstor Kirchner y sin posibilidades de reelección Cristina Fernández, el escenario queda abierto para que los diferentes actores jueguen su papel. En eso anda el kirchnerismo. Que se corra el telón.
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