Al igual que "el cocodrilo" o "la bomba", esta sustancia de síntesis química nacida en Europa y a la que le adjudican efectos superadores a la cocaína y el éxtasis, encarna otra riesgosa propuesta para los boliches.
Una peligrosa droga de diseño que circula desde hace seis años en el mercado europeo -para el que fue creada- y a la cual sus consumidores le atribuyen un efecto superador al de la cocaína y el éxtasis en cuanto a la hiperactividad e insomnio que genera, constituye otra amenaza próxima a desembarcar en boliches de la costa atlántica y en la noche de los barrios de alto poder adquisitivo.
Al igual que lo fueron "el cocodrilo" o más recientemente "la bomba", la mefodrona, también conocida como "Meow-Meow" o, en su versión latina, "Miau-Miau", cuenta con posibilidades de recalar en lo que resta del verano tanto en las discos de las playas y como allí donde haya buen dinero a mano para incursionar en el terreno de la adicción, según reveló el titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), Claudio Izaguirre.
"Hoy existe una conexión entre los laboratorios de drogas sintéticas en distintas partes del mundo y no resulta descabellado pensar que en más de un laboratorio montado en una habitación de tres por tres y con los elementos necesarios, pueda fabricarse esta sustancia en el país", señaló Izaguirre.
En rigor, la razón que convalida el concepto de amenaza aplicado por el referente de la AARA es que anteriores advertencias que realizó justamente sobre el arribo a Argentina de sustancias como "el cocodrilo" o "la bomba", terminaron convirtiéndose en una realidad. "En este caso -por el Miau-Miau, dijo Izaguirre- la costa atlántica se convierte en estos días en un campo propicio para que esta droga sea promocionada".
El "prospecto" de la nueva droga revela que sus propiedades superan a las de la cocaína y el éxtasis para desarrollar una vida nocturna intensa sin descanso ni sueño.
Sin embargo, como apunta la AARA, provoca una sobre exigencia cerebral que derivan a cuadros de psicosis y hasta casos de muerte súbita, con otros efectos secundarios asociados a hemorragias nasales, convulsiones y severos dolores de cabeza, a los que se suman taquicardia, hipertensión arterial y arritmias capaces de causar infartos cardíacos.
Pero hay más. La experiencia de consumidores de la sustancia en Europa plantea como una de las particularidades del Miau-Miau la depresión profunda que los invade cuando el efecto de la dosis empieza a ser pasado. También la mefedrona es empleada como un engañoso medicamento que ayuda a la pérdida de peso, lo que le permite ganar mercado en quienes sin más cuestionamientos prueban la sustancia para bajar kilos. Pero, como ironizó Izaguirre, el Miau-Miau "da lugar a paranoias y psicosis por lo cual si es cierto que permite adelgazar rápido, con la misma celeridad puede llevar a quien lo consuma al manicomio".
Acerca de la presencia de esta droga de diseño en el país, Izaguirre señaló que además de la movida de verano nocturna en los balnearios que operan como lugar de "promoción" del producto, las características del Miau-Miau los convierten en una oferta viable en sectores de altos ingresos atraídos por el efecto de hiperactividad de la mefedrona.
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