El ex jefe de Gabinete, cercano al massismo, usó el espacio que los medios opositores le dieron para defenestrar al nuevo ministro de Economía, para resaltar la gestión de Repsol.
Tiempo Argentino contaba en 2012 como Alberto Fernández pactó desde octubre del 2011 defender mediáticamente a la empresa Repsol, a cambio de 25 mil pesos por mes.
Según la descripción oficial de su actividad otorgaba "materiales de actualidad política parlamentaria y seguimiento de proyectos en el Congreso Nacional".
Y al parecer Alberto cumplió a rajatabla su trabajo. Desde que el gobierno nacional anunció la nacionalización de Yacimientos Petroliferos Fiscales, y ahora que Axel Kicillof es el nuevo ministro de Economía, utiliza todo espacio mediático para defender la gestión de Repsol y criticar, sin argumentos, la administración estatal.
Pero en esta oportunidad fue mas allá y se creyó capaz de ser un analista político que destrabe el futuro político del país. Se quejó del supuesto origen "marxista" de Axel Kicillof y dijo que, según su visión, no se adaptaría a la concepción "conservadora" de Jorge Capitanich, hasta el momento gobernador de Chaco y futuro jefe de ministros.
Pero sus vaticinios siguieron. Para Fernández, esta designación es el "sinceramiento" de quién maneja en realidad la economía en el país y aseguró que se dará lugar a un inminente desdoblamiento cambiario.
Una vez mas, Alberto Fernández esconde sus verdaderos intereses para desinformar sobre la realidad del país.
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