La puesta en marcha del Metrobus genera incertidumbre en choferes y empresarios de transporte urbano respecto del ordenamiento vehicular, la sincronización de semáforos y los nuevos hábitos que deberán tener los usuarios.
El sistema de transporte que se inaugurará hoy supone el paso de las líneas 9, 10, 17, 45, 59, 67, 70, 91, 100, 129 y 98 que cambiarán su recorrido habitual, la modificación de otras tantas líneas que circulaban por las calles paralelas a la 9 de julio y la construcción de una estación subterránea de combis que funcionará donde está la plaza de la República.
“Será una nueva educación vial tanto para los pasajeros como para los choferes de colectivos, es nuestra última esperanza de que el tránsito por el microcentro porteño mejore”, dijo a Télam Ricardo, chofer de la línea 10, que cumple el trayecto entre la localidad bonaerense de Wilde y el barrio porteño de Recoleta.
El trabajador enfatizó que “la empresa nos dijo que debemos cumplir el trayecto entre San Juan y 9 de julio y la avenida Santa Fe en 15 minutos y que no se van a poder acumular más de dos unidades de una misma empresa en las dársenas para levantar pasajeros, por lo que la sincronización de semáforos y el ordenamiento vehicular serán clave”.
El chofer contó que entre los trabajadores “hay un clima de incertidumbre y dudas sobre cómo va a funcionar el sistema ya que es todo nuevo, inclusive para los pasajeros que ahora deberán acostumbrarse a esperar el colectivo sobre la mano izquierda”.
El gobierno porteño prevé que la implementación de los carriles exclusivos para colectivos en los tres kilómetros que separan la avenida San Juan con la calle Arroyo beneficiará a unas 200.000 personas y que se reducirá en una hora el tiempo de viaje en el microcentro.
Una de las mayores dudas de los choferes radica en cómo funcionará la sincronización de semáforos en los cruces de la avenida 9 de julio con Belgrano, avenida de Mayo, Independencia, Córdoba, Santa Fe y Corrientes y en especial los desvíos que habrá en la avenida San Juan.
Esto se debe a que los colectivos circularán en los carriles exclusivos en el sentido contrario al tránsito normal, es decir sobre la mano izquierda, por lo que al llegar a la avenida San Juan, donde finaliza el Metrobus, deberán cruzarse al carril opuesto para retomar el sentido habitual.
“Puede haber problemas en caso de manifestaciones, aunque eso es algo que enfrentamos todos los días en las calle. Nosotros hicimos un curso de un mes para prepararnos a manejar en el Metrobus pero una cosa es la teoría y otra la práctica", explicó Raúl, chofer de la línea 91, que cumple el trayecto entre la localidad bonaerense de Aldo Bonzi y la zona porteña de Retiro.
El proyecto inicial tiene previsto que los pasajeros saquen el pasaje con la tarjeta SUBE en las dársenas, antes de subir a la unidad, pero las máquinas todavía no están instaladas, por lo que al igual que lo ocurre en el Metrobus que circula por la avenida Juan B. Justo, los usuarios deberán pagar su pasaje arriba del colectivo.
“Esto puede traer aparejado demoras de varios minutos en las dársenas, especialmente si hay mucha acumulación de pasajeros”, explicó Aníbal Silveyra, de la Asociación Civil Luchemos por la Vida.
Gustavo Fusca, también chofer de la línea 10, contó que “no sabemos qué pasará, es todo un cambio para nosotros y los pasajeros que deberán esperar por la izquierda, todo esto sin contar que se te crucen las motos, las ambulancias, y las manifestaciones en las bocacalles”.
Fusca también se manifestó preocupado por como funcionará el Metrobus en la avenida San Juan “donde no están hechas las conexiones con el Metrobus sur, lo que podría puede traer aparejado un colapso vehicular en ese sector”.
Las obras del Metrobus sobre la avenida 9 de julio comenzaron hace siete meses y debieron sortear amparos judiciales de organizaciones ambientalistas y legisladores que reclamaban por la reducción de espacios verdes y el traslado de monumentos históricos sin la aprobación de la Legislatura.
Especialistas en tránsito reclamaron que para agilizar la circulación en el microcentro se retome un viejo proyecto para que circulen taxis y colectivos sobre Bernardo de Irigoyen y Cerrito o se incremente la frecuencia del subterráneo que circula por debajo de la traza actual del Metrobus.
El subsecretario de transporte porteño, Guillermo Dietrich, aseguró que la obra reducirá en una hora los tiempos de viaje en el microcentro y resolverá el problema de circulación de colectivos en las calles aledañas a la 9 de julio, y manifestó que el objetivo final es cambiar la costumbre de venir con el automóvil al centro y empezar a utilizar el transporte público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario