Ayer se cumplió un año del anuncio de nacionalización de YPF que hizo la presidenta Cristina Fernández en la Casa Rosada. En ese acto, la mandataria también informó del envío al Congreso, ese mismo 16 de abril, del proyecto de ley de soberanía hidrocarburífera, que fue votado tres semanas después.
El 16 de abril de 2012, Cristina enviaba el proyecto al Congreso. |
De esta manera, el gobierno daba un paso fundamental en materia política, cuyos alcances, un año después, aún no se pueden vislumbrar del todo.
Según especialistas, la medida, plasmada luego con la sanción de la ley de nacionalización del 51% de las acciones de la firma en el Congreso, fue la de más alto impacto tomada por Cristina en 2012.
La decisión del gobierno fue avanzar sobre el 90% del paquete accionario que tenía Repsol en YPF, equivalente al 51% de las acciones totales de la firma argentina. El resto estaba en manos de los empresarios locales del Grupo Petersen (comandados por Sebastián Eskenazi) o cotizaba en las bolsas de Nueva York o en Buenos Aires (una ínfima parte).
En su discurso anunciando la decisión de nacionalización, Cristina dijo que "esto significa la recuperación de la soberanía hidrocarburífera, porque somos el único país de América Latina y del mundo que no maneja sus recursos naturales". Asimismo, la presidenta señaló que "el modelo no es de estatización, que quede claro, sino de recuperación de la soberanía y control de un instrumento fundamental. No será manejada por un grupo empresario nacional ni internacional, sino por el Estado Nacional". Esta definición se demostró cierta cuando, poco tiempo después, la presidenta informó que Miguel Galuccio, un experimentado ingeniero con amplios antecedentes en la empresa de servicios petroleros Schlumberger, se haría cargo de la conducción.
Uno de los datos de ese día fue que pocos minutos después del anuncio de Cristina, quien hasta ese momento era el único representante del Estado en el directorio de YPF, Roberto Baratta, tomó control de la sede que la petrolera posee en Puerto Madero. Baratta llevó consigo una lista de los directores ejecutivos españoles y argentinos que debían renunciar. Es que, junto con el anuncio, el Poder Ejecutivo había firmado ese día un decreto de necesidad y urgencia que resolvió desde ese mismo día la intervención de YPF, que ejercerían en un primer momento el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof.
Como no podía ser de otra manera, la decisión política de Cristina provocó un corte transversal en la oposición. En todos los partidos hubo manifestaciones de aprobación y de censura. Y a nivel social, implicó un envión para la presidenta. El consultor Enrique Zuleta Puceiro evaluó que la presidenta recuperó siete puntos de apoyo tras conocerse la decisión. "Es casi una regla. Cuando un gobierno exhibe un sentido de orientación, crecen los apoyos, a pesar de las reservas que puede haber", explicó.
El apoyo político a la nacionalización de YPF se percibió con claridad cuando la Cámara de Diputados votó su sanción definitiva: 208 votos a favor, 32 en contra y cinco abstenciones. Además, hubo once ausencias. Un nivel de adhesión a una propuesta oficialista que no se volvió a ver después.
Dos días más tarde, el 4 de mayo, Cristina designó al ingeniero en petróleo Miguel Galuccio como el nuevo CEO de YPF, a quien presentó como "un símbolo" de los profesionales que vuelven al país y de la nueva etapa "moderna y competitiva" de la petrolera.
Los hitos en 2012 sumaron la presentación del plan estratégico de la compañía 2012-2017, el 5 de junio, por parte el CEO y presidente de YPF, en el que planteó el objetivo de revertir el proceso de importación de combustible y energía, incrementar sensiblemente la actividad exploratoria y de refinación y multiplicar la inversión.
El 30 de agosto, al presentar los resultados del Plan de 100 días de la compañía, Galuccio precisó que para los cinco próximos años se proyectan inversiones por U$S 37.200 millones, con el objetivo de incrementar un 32 por ciento su producción de petróleo y gas, y 37 por ciento la de la naftas y gasoil.
El 5 de diciembre, YPF realizó en Tecnópolis la primera "Expoindustria Petróleo y Gas" que reunió a más de un centenar de las mayores empresas del sector, acto en el que anunció junto a la presidenta la creación de la empresa YPF Tecnología S.A. que buscará promover la investigación y el desarrollo del sector petrolero.
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