A través del decreto 138 publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno desestimó la presentación realizada a principios de enero por el multimedio contra el titular de la Afsca para que no pueda intervenir en la adecuación del Grupo al artículo 161 de la Ley de Medios.
A principios de este año, luego de que asumiera su actual cargo, el Grupo Clarín recusó al titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Martín Sabbatella.
Con el objetivo de que no pueda intervenir en la toma de decisiones referida al expediente en el que se tramita la adecuación del multimedios al artículo 161 de la Ley de Medios Audiovisuales, para su presentación, el Grupo utilizó dos fundamentos que desde el AFSCA calificaron como “absurdos”.
El primero fue la existencia de una denuncia penal contra Sabbatella, y el segundo, fue su presunta “animosidad manifiesta” contra Clarín.
Tras la recusación, el titular de la AFSCA solicitó al Poder Ejecutivo que “se rechace el pedido” presentado en su contra porque “configura un nuevo intento de los recusantes para seguir trabando” el cumplimiento pleno de la ley de medios.
A través del decreto 138 publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno rechazó la recusación al sostener que “las expresiones del presidente del Directorio, de las que se agravian las recusantes, no acreditan la argüida enemistad, basada en las disposiciones del inciso 10 del artículo 17 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación”.
Además, afirma que para Clarín “la denuncia penal que presentó el 22 de noviembre de 2012 por los delitos de incitación a la violencia colectiva y coacción fue realizada con anterioridad a la presentación de la referida recusación”.
Sin embargo, el Ejecutivo sostiene que “el expediente fue iniciado el 24 de julio de 2012, en virtud de lo cual queda claro que la denuncia fue efectuada con posterioridad, no solo a dicha fecha, sino también a la fecha de la designación del recusado como presidente del Directorio de la AFSCA, motivo por el cual corresponde el rechazo in límine de esta causal invocada, por no cumplirse las condiciones que la norma establece”.
Nos imaginamos el alivio de Martín, que debía estar sin dormir -desde que Clarín hizo la presentación-, nervioso, pensando que en una de esas Cristina aceptaba la recusación.
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