El barrio de 60 mil personas sufre el aislamiento y la desidia desde que un kirchnerista se impuso en las elecciones a los cinco macristas. La falta de presupuesto y servicios elementales se agravó desde entonces.
Cristian Heredia, presidente de la Junta Vecinal de la Villa 21-24 de Barracas. |
"El jefe de gobierno se la pasa diciendo que quiere dialogar con el gobierno nacional, pero no es capaz de establecer el más mínimo diálogo con los habitantes de una de las villas más grandes de Argentina". La sentencia es de Cristian Heredia, presidente de la Junta Vecinal de la Villa 21 – 24 de Barracas, quien en octubre pasado les ganó las elecciones a las cinco listas que respondían al PRO.
"Desde que asumimos, le estamos pidiendo a Mauricio Macri que nos reciba para poder consensuar políticas, hay mucho que hacer en la villa y parece que estuviera esperando que haya una desgracia para sentarse a conversar", agrega Heredia
Al día siguiente de que asumiera la nueva Junta Vecinal se desató una tormenta que, como siempre, generó destrozos en el barrio. Como un anuncio del ninguneo que vendría, cuando los vecinos fueron a reclamar a las cooperativas que administran los servicios, el macrismo les dio la espalda: "Ustedes no nos votaron, vayan a reclamarle a Cristina", fue la respuesta.
Pese a que en la Villa viven más de 60 mil personas, las empresas de servicios no entran al barrio. "Para Edesur, por ejemplo, somos un gran terreno baldío", dice Heredia. "Llegan hasta Iriarte y Luna (una esquina de Barracas que funciona como entrada a la Villa) ponen un medidor para todo el barrio y arreglate".
De manera que los servicios de electricidad, limpieza y cloacas son brindados por cooperativas que dan trabajo a gente del barrio. Esas cooperativas dependen de la Unidad de Gestión de Intervención Social (UGIS) que dependen del gobierno de la Ciudad.
"Por suerte, ahora tenemos diálogo con varias instancias del gobierno nacional y ellos nos ayudaron para que la empresa AYSA limpie todo el perímetro de la Villa, las calles Iriarte, Luna hasta Zepita y el Riachuelo. La idea es que eso quede limpio para que desagote todos los canales del interior”, explica Heredia.
El presidente de la Junta Vecinal sostuvo además que "el gobierno nacional tiene ganas de mejorar en serio la problemática de las villas. Por ejemplo, acá, en la 21 24, hay una comisión interministerial en la que participan ocho ministerios y está presidida por Carlos Tomada. Ellos nos están apoyando para los distintos proyectos que tenemos, el más importante es armar una red cloacal que funcione, porque siempre se ponen parches y cuando caen dos gotas de lluvia se desbordan todas las cloacas y los vecinos pierden enseguida lo poco que tienen. Es un tema serio, ese de las internas políticas, porque Macri ya va por su segunda gestión y nunca hizo una sola obra adentro de la villa. Y la Junta Vecinal anterior, que era macrista, nunca dijo nada de eso".
Villa 21-24 de Barracas. |
Consultado sobre si creen que presionando a través del gobierno nacional, el PRO va a soltar más presupuesto, Heredia señaló que "si sigue pasando el tiempo y Macri no nos da bola, vamos a reclamar la autonomía de las villas. Tendremos que buscar las maneras de que sean distritos distintos, con su propio presupuesto. Algo vamos a tener que hacer para solucionar los problemas del barrio. O somos parte de la Ciudad o no lo somos. Y con respecto al presupuesto, el clientelismo que instala el PRO en el barrio es tremendo, nosotros no sabemos cuánta plata destina el gobierno de la Ciudad a las villas. ¿Cómo es posible? Queremos debatir sobre cómo se gasta esa plata, queremos participar en la elaboración de las prioridades, pero se maneja en secreto".
Cualquiera que recorra el barrio podrá constatar que -pese a que el PRO aseguró en su campaña electoral que se dedicaría a reparar el atraso histórico del sur de la capital- el deterioro de la zona es evidente a simple vista y el proceso de urbanización de las villas, que arrancó con la construcción del Camino de Sirga, está detenido.
"Nosotros ganamos las elecciones con el discurso de la integración latinoamericana. Es voluntad de los vecinos que se trabaje contra la discriminación, porque Latinoamérica late en los pasillos de la villa. Es una lástima que el jefe de gobierno porteño esté fomentando una política de exclusión social cuando desde el gobierno nacional y desde la ciudadanía se está hablando de integración y progreso", concluyó Heredia.
Y todavía nos tenemos que seguir bancando al procesado Mugrizio Macri diciendo, cada vez que abre la boca, que ellos son "la nueva política", que "el diálogo", que "el consenso"... y la reputísima madre que los parió.
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