El presidente español realizó un balance del año y advirtió que el país tendrá un 2013 "muy duro". Afirmó que la economía seguirá en recesión y anunció, al mejor estilo neoliberal, el cierre de ramales de trenes "poco usados".
"Tenemos todavía por delante un año muy duro, especialmente en su primera mitad, y tenemos que perseverar en las reformas que hemos emprendido", aseguró Mariano Rajoy en una rueda de prensa convocada para hacer un balance del año.
El presidente informó sobre el cierre de ramales de trenes "poco utilizados", con el fin de ahorrar unos 51 millones de euros anuales.
Según el sindicado ferroviario español, esta nueva medida de Rajoy afectará al 25 por ciento de las líneas que están activas.
"Se hará una revisión de todas las líneas y quedarán en funciones las que tengan más demanda", dijo un informante del gobierno.
Antes del 30 de junio de 2013 el Consejo de Ministros definirá los trayectos sujetos a "obligación de servicio público" (OSP), que se revisarán cada dos años.
Es conocida en todo el mundo la situación, no sólo de España, sino de gran parte de Europa inmersa en una gran crisis económica.
Este año, en España reinaron las marchas sindicales, paros generales, una desocupación récord y la gran mayoría de la población descontenta con los recortes impuestos por el gobierno.
El líder del Partido Popular afirmó: "No estamos donde querríamos estar" y pidió a los españoles "comprensión con la necesidad de aplicar medidas que a nadie le gustan, y solidaridad para entender que todos tenemos que aportar algo de sacrificio en común".
Rajoy se abstuvo de informar si España llegará a los seis millones de desocupados, porque dijo que "no tiene sentido hacer pronósticos".
Le faltan las patillas nomás. Por lo demás, es igual de neoliberal e igual de hijo de puta que el turco innombrable.
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