A las 16 escuelas tomadas, ayer se sumaron otras dos. De esta forma, crece el reclamo de estudiantes porteños en el marco de un plan de lucha en rechazo de futuros cambios horarios y curriculares. Podrían llegar a ser 30 los establecimientos ocupados por los jóvenes.
Estudiantes de secundarios porteños continúan con la toma de sus establecimientos educativos que ya ascienden a 18, mientras en otras instituciones se realizan asambleas para definir la adhesión a la medida contra la reforma del gobierno de Mugrizio Macri.
"A los colegios que ya estaban tomados se agregaron esta mañana el Comercial 23 y el Nacional 17", aseguró hoy Catalina, una alumna de la escuela técnica Fernando Fader. En tanto, en "muchos colegios se están desarrollando asambleas para decidir si se suman al plan de lucha", agregó.
En este sentido, los estudiantes de la Coordinadora Estudiantilde Base, agrupamiento independiente que nuclea a más de 30 centros de estudiantes y donde se votó el plan de lucha contra la reforma que quiere implementar el gobierno porteño, esperaban que se agreguen "la escuela técnica 8 (Sarmiento), la 30 (Piñero) y otras más que estamos verificando", dijo Catalina.
Asimismo, aseguró que "hasta ahora no hemos tenido ninguna comunicación de las autoridades". Fuentes estudiantiles prevén se sumen al plan de lucha las técnicas 13, 33, 9, 37 y luego el Esnaola, Saavedra, Naval, Danzas número 2 y los normales 1, 4 y 10.
"En estos momentos se están desarrollando asambleas en muchos colegios y la definición de la toma es para el mediodía", dijo, por su parte, Juan, de la escuela técnica de Monte Castro, donde se inició la toma el lunes pasado.
Hasta el momento, el Ministerio de Educación porteño confirmó que los colegios tomados son el Falcone, Fader, Latzina, Yrigoyen, Arranz, Hickens, Yrurtia, Normal 8 y Cortázar, que llegan a 9, y a estos se suman los que fueron informando los voceros estudiantiles.
Paradógico lo del PRO. Están en contra de la actividad política en las escuelas -al punto de haber habilitado un 0800 nazo para denunciarla- y son ellos mismos, con su accionar permanente en contra de la educación pública, los que más fomentan la actividad política de los pibes.
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