Ante manifestaciones periodísticas vertidas por Roberto Giordano, la AFIP informó que por orden de la Justicia más de 150 inspectores del organismo allanaron 12 locales de la cadena de peluquerías del reconocido estilista.
Entre los indicios de las irregularidades investigadas se destaca la creación y utilización de empresas insolventes representadas por personas sin solvencia patrimonial, la omisión de ingresos, el desapoderamiento de bienes, la generación de deudas fiscales, la presentación de declaraciones juradas falsas y el pedido de quiebra.
Estas maniobras, con la apoyatura de un importante asesoramiento profesional que tendría como finalidad la evasión y la apropiación indebida de los recursos de la seguridad social para el beneficio personal del verdadero responsable, tiene una pena de hasta 6 años prevista en la Ley Penal Tributaria.
Entre algunas de las irregularidades detectadas, Giordano tiene “a cargo” de las mencionadas “nuevas” sociedades algunos ex empleados de sus peluquerías; un familiar Giordano es el escribano que participa en las operaciones de venta; tres automotores fueron transferidos al hijo del afamado peluquero, entre otras denuncias que están en sede judicial.
En ese contexto, la AFIP solicitó a la Justicia medidas de urgencia que concluyeron hoy con 12 allanamientos en domicilios vinculados al peluquero, bajo orden del Juzgado Federal Criminal y Correccional Nª 1 de San Isidro. Los inspectores del organismo secuestraron protocolos, escrituras, documentación contable y extracontable, recibos de sueldo y archivos informáticos que se encontraron en los equipos de computación.
No es la primera vez que a Giordano se lo investiga por delitos tributarios. En el 2002 se realizaron una veintena de allamientos a sus peluquerías por maniobras similares. En 2007 la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico confirmó una sanción de clausura de 6 días impuesta por la AFIP.
Cabe recordar que a fines de 2010, la Justicia Comercial decretó la quiebra personal del afamado peluquero, ordenó la inhibición general de bienes, lo intimó para que entregara sus bienes al síndico del expediente, interceptó sus correspondencia comercial, libró oficio al Banco Central para que le cierre sus cuentas y le prohibió la salida del país.
Cuando los inspectores de la AFIP arribaron al local en el que se encontraba el peluquero, éste salío al grito de "no me allanen, soy Giordano".
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