El matutino porteño puso el grito en el cielo por los intereses de las multinacionales que tienen inversiones en Argentina. La defensa inclaudicable de los intereses foráneos.
Las editoriales de La Nazción son como breves manifiestos de los intereses más reaccionarios de la Argentina. Es el diario del poder económico, de las clases acomodadas y de todos aquellos que quieran habitar y explotar suelo argentino.
Lejos de discutir las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional es interesante analizar dónde pone el foco el matutino. No se trata en ningún momento de preservar los intereses de la Argentina, sino de reclamar una supuesta inseguridad jurídica que afecta a las multinacionales que provocan la fuga de capitales.
Dice La Nazión: "Una prohibición del envío de utilidades hacia las casas matrices sería un paso sustancialmente más grave que los ya dados con las recientes medidas de intervención en el mercado de cambios. Lo ya hecho ha sido considerado por muchos como un anticipo de acciones más agresivas. De ahí que la restricción de remitir ganancias haya resultado creíble. Ninguna intervención del Estado es gratuita, dado que si bien puede beneficiar a unos, también perjudica a otros".
La pregunta sería ¿A quien le preocupa que se perjudique La Nazión? A los intereses foráneos que buscan sacar divisas del país.
La editorial no plantea cómo evitar la fuga de capitales, sino que pone el grito en el cielo por la posibilidad de que se afecten intereses de multinacionales que buscan girar divisas a sus casas matrices ubicadas en países en crisis.
El pasquín reaccionario también agrega: "El discurso oficial parece ratificar diariamente que la ideología y el populismo impiden aplicar acciones racionales que serían no sólo beneficiosas para el futuro de la sociedad, sino también políticamente realizables por quien acaba de ganar las elecciones con el 54 por ciento de los votos válidos".
Este párrafo, no sólo esconde un argumento falaz, que es el que presupone que la editorial fue escrita sin "ideología", algo que sí tendría el gobierno como un supuesto defecto. Este tipo de argumentación sería considerada un error básico para cualquier estudiante en los inicios de cualquier carrera que tenga vínculo con las Ciencias Sociales.
Por otra parte, hay un fuerte prejuicio ideológico en afirmar que el populismo no puede aplicar "acciones racionales". Quizá habría que recordarle a La Nazión que la ideología es una dimensión constitutiva de todos los discursos sociales, como lo explica el intelectual Eliseo Verón.
Se los podrá acusar de mentir y de tergiversar. Pero jamás de los podrá acusar de falta de coherencia. Hace más de 100 años que son la misma mierda y defienden la misma mierda.
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