El candidato a gobernador bonaerense por Unión para el Desarrollo Social dijo que ahora busca sumar los votos de Alfonsinito y de Alberto Rodríguez Saá. La estrategia del "dos más dos es cuatro".
Cuando terminó el escrutinio definitivo de las elecciones primarias, Francisco De Narcováez sabía que estaba muy pero muy lejos de alzarse como gobernador si repetía su resultado en las elecciones generales del 23 de octubre. Por eso se puso a pensar una nueva estrategia de campaña.
Sin embargo lejos de analizar el trasfondo de sus discursos o de su plataforma electoral, optó por la teoría del amontonamiento. Cómo si los votos fueran propios, probablemente haya pensado que si suma la intención de voto de Alfonsinito (que fue menos a la suya) más la de Alberto Rodríguez Saá, obtendrá un mejor número.
Tan es así que Francisco De Narcováez afirmó ayer que "es momento de sumar" a los ciudadanos que votarán al radical y al puntano, pese a ambos a ser rivales, representar a partidos distintos y a orígenes políticos opuestos. "Tenemos la posibilidad de sumar a los que van a votar a Alfonsín y a Rodríguez Saá", agregó De Narcovaéz sobre la relación con el candidato presidencial por UDESO y por Compromiso Federal.
En su análisis sobre la diferencia que el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, le sacó a los otros postulantes dijo que la "excesiva fragmentación de la oposición alejó a la gente de la política y le dio ventaja al oficialismo". Con esta afirmación termina de confirmar su campaña del amontonamiento, sin embargo el colorado olvidó pensar que la política está muy lejos de ser una ciencia exacta.
Con los votos de él, más lo de Alfonsinito, más los del Alberto, siguen sin darle los números. ¿Y si prueba con sumar a los votantes desencantados de Obama, de Piñera y de Rodríguez Zapatero?
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