Para seguir en carrera hay que cambiar de estrategia y eso hizo el narcolorado. Mea culpa mediante, dijo que hubo problemas en el cálculo con el radicalismo y ahora salió a decir que coincide en muchas cosas con el gobierno.
Están desorientados y eso se nota. Y es que la dura paliza del kirchnerismo en los últimos comicios en terreno nacional y bonaerenses terminó por romper las ilusiones de los opositores. Ya poco les quedó para decir más que hacer mea culpa y salir a reconocer que si el 50 por ciento de los votos fueron para el Frente para la Victoria es porque hubo aciertos en la gestión.
"Los votos no son de uno. Esta fue una elección bien distinta a la del 2009, porque en ese momento la lista la encabezaba Néstor Kirchner y yo encabezaba la otra. No son elecciones comparables", dijo ayer en una entrevista el candidato a gobernador bonaerense por UDESO, Francisco de Narcováez.
El narcolorado reconoció también que la alianza con Alfonsinito no funcionó como lo esperaban y se justificó: "Probablemente hicimos un cálculo de que la fuerza iba a tener por parte del radicalismo y el justicialismo una mayor aceptación en el electorado independiente".
Pero siguiendo la tónica de varios candidatos, se dirigió a la mitad que votó al kirchnerismo. "Si hay responsabilidad de este número soy yo", dijo y rápidamente dejó de lado el discurso agraviante y crítico hacia el gobierno y, teniendo en la mira conquistar el voto K, dijo: "Yo coincido en muchas cosas con este gobierno y en otras no".
"La provincia de Buenos Aires tiene que equilibrar. Scioli representó una mitad y nosotros representamos una parte de esa otra mitad. El hecho de no tener una independencia política no deja terminar de ayudar a los bonaerenses. El voto del campo me sorprendió. Por el voto parece que la mayoría de la gente del campo está de acuerdo con el modelo pero yo creo que no", finalizó.
Por suerte, las elecciones se definen contando los votos y no por lo que De Narcováez crea o deje de creer.
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