Carrió busca un norte en Estados Unidos

En busca de apoyo Elisa Carrió pasea su plataforma por Estados Unidos y los medios hegemónicos argentinos se suben a su agenda. Pidió inversiones a los empresarios de ese país y habló ante la CIDH de violaciones a la libertad de prensa.

Por más que Ricardo Alfonsín aun no cierra la puerta y desliza que insistirá para cerrar un acuerdo para sumarla a su espacio y pese a la baja adhesión que le devuelven las encuestas, Elisa Carrió dice que será candidata a la presidencia con su partido la Coalición Cínica.

Arrancó entonces con la búsquela de apoyos en el país del norte donde pasea sus planes de gobierno para la Argentina.

Por su puesto que los medios hegemónicos hoy enfrentados al gobierno, le siguen los pasos sin perderse detalle alguno de sus jornadas en Washington y Nueva York.

Ayer Carrió se reunió con el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Santiago Cantón, a quien le planteó su “preocupación por violaciones a derechos humanos y a la libertad de prensa en Argentina”.

Denunció que “el incumplimiento de las sentencias judiciales sumado a la persecución por vía judicial de periodistas o grupos de medios en Argentina constituyen una gravísima amenaza a la democracia republicana y una clarísima violación a distintos artículos a la Convención Interamericana de Derechos Humanos”.

Carrió no está sola en tierras de Obama, la acompañan en la gira las diputadas nacionales Patricia Bullrich y Elisa Carca, además de la presidente de la CC de la provincia de Buenos Aires, Maricel Etchecoin Moro y el legislador porteño Fernando Sánchez.

Junto a ellos convocó a invertir en la Argentina durante un desayuno de trabajo que mantuvieron con miembros de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos a quienes les prometió seguridad jurídica.

Dos reflexiones. Primero: dichosos los estadounidenses, que podrán conocer el plan de gobierno de Lilita Carrió, hasta ahora desconocido para los argentinos. Segundo: qué bueno hubiera sido que denunciara las violaciones a los derechos humanos y a la libertad de prensa entre 1976 y 1983, cuando era funcionara judicial nombrada por la dictadura.

Es asombrosa la capacidad que Elisa Carrió tiene de generar asco y repulsión.