EN EL CEMENTERIO DE FLORES, LA COMUNIDAD BOLIVIANA NO PUDO REALIZAR LA CEREMONIA DE MÚSICA Y COMIDA CON LA QUE CONMEMORAN EL DÍA DE LOS MUERTOS. CONTRARIANDO LAS TRADICIONES, GENDARMES Y POLICÍAS DE LA CIUDAD LOS REQUISARON PARA IMPEDIR QUE ENTRARAN CON INSTRUMENTOS Y ALIMENTOS. A UN FOTÓGRAFO TAMBIÉN LE IMPIDIERON REGISTRAR EL MOMENTO.
Como cada 2 de noviembre, la colectividad boliviana celebra una de sus más caras tradiciones, el Día de los Muertos, en que muchos se acercan a las tumbas de sus seres queridos y tocan música, además de ofrendar comida y bebida.
Este año no pudo ser en el cementerio de Flores. Policías de la Ciudad y Gendarmes los requisaron para impedir la celebración.
Los bolivianos que se acercaron allí, en la zona sur de la Ciudad, entre el mediodía del miércoles y el mediodía de ayer, se encontraron con policías que controlaron el ingreso al cementerio. Así, no se permitió acercarse a las tumbas con comida, mucho menos tocar música.
Por lo general, suele haber canciones que acompañan la apxata (la mesa-altar donde se le ofrecen al muerto las comidas y bebidas), además de tantawawa (bizcocho con forma humana y colorido rostro que representa al fallecido). No se permitió, en una jornada en la que muchos se acercaron a honrar a los que ya no están.
El accionar de las fuerzas de seguridad no afecto solamente a los integrantes de la comunidad boliviana, sino que que también se extendió a la prensa, ya que a un reportero gráfico le impidieron registrar el momento.
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