LA DIPUTADA QUE SIEMPRE MANTUVO UNA VISIÓN CRÍTICA DEL KIRCHNERISMO, DIJO QUE "SI YO VIVIERA EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, LA VOTARÍA" A CRISTINA KIRCHNER PORQUE "PRIMERO HAY QUE PONERLE UN FRENO" AL RÉGIMEN DE LA ALIANZA DE DERECHA CAMBIEMOS.
La diputada nacional por Proyecto Sur-Unen, Alcira Argumedo, consideró que la mejor forma de “poner un freno a esta soberbia desbordante del macrismo” es votar a Cristina Fernández de Kirchner en las próximas elecciones legislativas. “Si viviera en provincia (de Buenos Aires), yo la votaría”, puntualizó la legisladora que supo ser crítica a los gobiernos del Frente para la Victoria pero que ahora, no obstante, consideró que primero hay que detener el avance de la alianza de derecha Cambiemos “y, después de octubre, replantearse un gran debate”.
“Mi tesis es que, más allá de lo que se pueda discutir en octubre, en este momento la mejor forma de frenar al macrismo es votar a Cristina”, sorprendió la legisladora que supo hacer alianzas con varios dirigentes de centro izquierda, como Claudio Lozano y Fernando "Pino" Solanas.
Argumedo expresó su preferencia por Cristina durante una entrevista con la Revista Zoom y explicó que ello tiene que ver con la política económica de la administración de Cambiemos, fuerza política a la que caracterizó como la “última expresión de la restauración conservadora” que “va galopando hacia una crisis”. Además, alertó que este proceso podría acelerarse con las “medidas más soberbias” que el régimen tomará luego de las elecciones, hecho que derivará en hechos “catastróficos”.
No obstante, la diputada explicó que, si bien prefiere que Unidad Ciudadana triunfe en la provincia con mayor caudal electoral del país, después de octubre hay que dar “un gran debate” tanto por el proyecto político que pueda ponerse en marcha como por “las formas de conducción política”. Uno de esos puntos a discutir sería “la idea del líder indiscutido”, una figura a la que catalogó como “distorsionante de la política” porque puede ser “muy peligrosa” para la construcción de una alternativa distinta.
Argumedo sostuvo, además, que los resultados de las PASO evidenciaron que el “65 por ciento” de los votantes “se opone a esta política” de ajustes de la alianza fascista gobernante pero, a la vez, “tiene una profunda crisis de representatividad”. En tanto, el resto de los votantes que apoyó al oficialismo expresa “la consolidación de una fuerza política que representa al 20 por ciento privilegiado de este país y, a su vez, que alcanza un 10 o 15 de apoyo policlasista”.
Al respecto, indicó que este fenómeno es producto de una sociedad que “todavía no ha encontrado algo que la conforme” y agregó que “entonces, se despierta una nueva expectativa con Cambiemos pero al año y medio te das cuenta de que se parece bastante a los ‘90 y que viene con una agresividad hacia lo social muy grande".
Además, la socióloga insistió que la actual política económica avanza a un conflicto similar al de 1981 producto de la gestión del ministro de Economía de la dictadura Alfredo Martínez de Hoz, al de la hiperinflación de 1989 durante el gobierno de Raúl Alfonsín y a la crisis de 2001, producto del plan aplicado por Domingo Cavallo.
“Es un combo de endeudamiento irresponsable, bicicleta financiera con las Lebacs y el acoso a las pymes”, ejemplificó y cuestionó, además, que “con los Macri se reproduce algo que tiene ver con la historia argentina, que es la rápida aceptación social de fortunas mal habidas”.
Paralelamente cuestionó la cultura de la “manipulación” puesta en marcha por el asesor de imagen del macrifascismo, Jaime Durán Barba, que cuenta “con el acompañamiento de gran parte de los medios de masas” que muestra a los dirigentes del oficialismo como “buenos, alegres que, trabajan en equipo”, mientras que “algunos son pavotes”. Ejemplificó en esto al candidato a senador por Cambiemos, Esteban Bullrich, a quien le atribuyó “tener una ignorancia profunda” por sus polémicas expresiones; entre algunas de ellas, sobre el “logro” de tener pibes presos.
Otro ejemplo de esto es, en su opinión, el propio Macri, quien “nunca me pareció una persona de un alto nivel intelectual ni una consistente formación”, dijo. Proviene “de la cultura del empresario”, en la que “tenés que dominar el inglés, más o menos saber de relaciones públicas y más o menos saber de currar”.
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