CON LAS MENTIRAS Y EL CINISMO HABITUAL DEL MACRIFASCISMO, EL JEFE DE GABINETE EXPUSO AYER EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS.
Marcos Peña Braun Menéndez se cruzó con el kirchnerismo en la Cámara de Diputados por el fallido escrutinio provisorio de las primaria del 13 de agosto, cuando festejaron el resultado y ayer se confirmó el triunfo de Cristina Fernández de Kirchner.
No fue el tema más recurrente de los más de 20 diputados del FpV-PJ que preguntaron e incluso Rodolfo Tailhade, encargado de fiscalizar ese día, se limitó a felicitar a Peña Braun Menéndez por la "brillante operación" de darse ganadores con los primeros resultados del conteo.
El jefe de Gabinete se alistó y respondió con ironías. "Si hoy luego del escrutinio definitivo estuviéramos con la prioridad en organizar un festejo por los resultados, con mucho gusto lo haríamos. Estamos trabajando en otra cosa. Pero los resultados nuestros estamos muy contentos".
"Es curioso no solo el escrutinio fue similar al 2013 y 2015 sino que fue más veloz en muchas cosas. A las 20.30 de 2015 la ventaja de Macri sobre Scioli era de 9 puntos. Salvo que ustedes hayan manipulado", ironizó.
"Estamos hablando de un escrutinio que es lento. Repudiamos el intento de deslegitimar el sistema democrático", agregó el pelotudo hijo de puta.
Tímidamente, Diana Conti pidió una interrupción, Peña Braun Menéndez se desorientó y dejó la decisión en manos de Emilio Monzó, quien le concedió la palabra la kirchnerista, quien, más calma que lo habitual, le recordó que Néstor Kirchner y Daniel Scioli cuando perdieron en 2009 y 2015, respectivamente, reconocieron sus derrotas a pesar de lo lento del escrutinio provisorio.
"Le aclaro que la PASO es una elección dentro de los frentes electorales, la PASO no es una elección entre fuerzas políticas. En octubre si la ciudadanía vota en contra (de Cambiemos), lo reconoceremos sin ningún problema", replicó el sorete.
"Para el caso sería bueno también que la primer candidata a diputada (de Unidad Ciudadana) reconozca que perdió frente a Graciela Ocaña, o que en 7 de 8 secciones electorales perdieron o en más de 102 municipios ganó Cambiemos", añadió.
Leyó, en su defensa, que Cristina Fernández de Kirchner en 2009 ninguneó la derrota de su marido con Francisco De Narcováez y celebró victorias en el resto del país. "No es algo liviano hablar de fraude, no es algo liviano deslegitimar el sistema electoral diseñado íntegramente por su gobierno", se quejó el ministro coordinador y aprovechó para invitar a sus rivales a "apoyar la boleta única o la boleta única electrónica". En realidad, el proyecto que frenaron los gobernadores en el Senado habla del primer sistema, utilizado en la Ciudad de Buenos Aires.
Las otras discusiones
El caso Maldonado dominó las consultas y el resto se limitaron a temas clásicos en las visitas de un jefe de Gabinete: obras públicas y fondos pendientes para las provincias.
Sin computadoras y asistido en tiempo real por Paula Bertol, en su introducción, siempre restringida a un tema puntual, Peña Braun Menéndez enumeró datos de la reactivación económica y la festejó como un logro del régimen fascista y neoliberal. Curiosamente, casi no tuvo objeciones de la oposición.
Ante preguntas sobre el posible fallo de la Corte para reintegrar a Buenos Aires el fondo del conurbano, el boludito trató de calmar a emisarios de gobernadores nerviosos. "Hay una ley para el fondo del conurbano que está anclada en 650 millones de pesos y está desactualizada. Ante eso hay un reclamo en la Corte. Llegado el caso, habrá un diálogo con los gobernadores, como ya hubo ni bien asumimos".
Asimismo, defendió la reparación histórica a los jubilados aunque admitió demoras, negó la falta de medicamentos gratuitos a jubilados y desmintió una supuesta caída de las inversiones en Vaca Muerta, denunciada por el kirchenrista Román Martínez.
"Hay 9200 millones de dólares de inversión en ejecución. Se está logrando invertir y crecer", aseguró y le prometió al kirchenrista José Ciampini, también del FpV-PJ, que la represa Chihuido, que iban a financiar Rusia, encontrará pronto nuevos inversores.
Aseguró que Macri y su hermano declararon los bienes denunciados por Horacio Verbitsky y negó, una y otra vez, que el decreto para facultar a Guillermo Dietrich a cerrar a ramales ferroviarios. "No vamos a cerrar trenes como hizo el peronismo en los '90", prometió y luego aclaró que el polémico decreto, en tal caso, pone en tela de juicio si el presidente tiene el poder de definir trazados ferroviarios y si es así delegar la tarea en su ministro. En la oposición coincidían en que, si el régimen planteó esa discusión, es porque alguna medida poco feliz tomará.
El sorete mal cagado le bajó al tono a proyectos sobre reformas laborales y previsionales anunciados una y otra vez, pero nunca conocidos. "Veo que no me escucha: el proyecto para reformar el sistema jubilatorio se dará tras un informe del consejo notables, como indica la ley de reparación histórica aprobada por el Congreso", respondió ante la insistencia de Oscar Romero.
El kirchenrismo se fue a La Plata
Tras la extensa tanda de preguntas, tan larga que Emilio Monzó les prohibió hablar de dos minutos, los diputados kichneristas abandonaron sus bancas, la mayoría para ir al acto de Cristina Fernández de Kirchner en La Plata.
"Sólo se van los de la provincia de Buenos Aires", se excusaban los emisarios de la bancada conducida por Héctor Recalde, pero sin embargo fueron muy pocas las bancas ocupadas tras el primer cuarto intermedio, después del duelo de Peña Braun Menéndez con los diputados kirchneristas.
Incluso muchos miembros de ese bloque, como Tahilade, ni siquiera se quedaron a escuchar la respuesta del jefe de Gabinete, que al final de la sesión volvió a mostrar su molestia por esa actitud, repetida por legisladores de otra bancada, como Remo Carlotto (Movimiento Evita).
Las ausencias kirchneristas motivaron a un chiste de mal gusto de Mercedes Piscitello, secretaria parlamentaria del bloque PRO, que parafraseó a través de Twitter el slogan de la búsqueda de Santiago Maldonado para pedir por los diputado del FPV-PJ.
Hubo escenas curiosas como un diálogo de Carlos Kunkel con el coordinador de Gabinete Mario Quintana, ambos serios pero en actitud de terminar algún trámite pendiente.
Recalde había intentado anticiparse a la exposición de Peña Braun Menéndez con un pedido de cuestión de privilegio, pero Monzó y se lo impidió y el único que pudo hacerlo fue el formoseño Luis Basterra, al final de la sesión, cuando ya no había casi ningún kirchnerista.
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