Prat el Gay: "Hay que dejar de hablar del pasado y arremangarse"

DE CARA A LAS ELECCIONES, EL EX MINISTRO DE HACIENDA PIDIÓ QUE EL RÉGIMEN MACRIFASCISTA "PONGA LA ENERGÍA EN EL PRESENTE Y FUTURO".

Alfonso Prat el Gay sostuvo ayer que "hay que dejar de hablar del pasado y poner la energía en el presente y futuro”. El ex ministro de Hacienda y Finanzas opinó que el régimen macrifascista ha logrado "desactivar el estallido" al que iba la economía.

"No me meto en las estrategias electorales, pero llevamos tanto hablando de lo que pasó, ¿por qué no nos arremangamos y hablamos de lo que queremos que pase?", dijo el ex funcionario en la quinta edición de Argentina Visión 2020/40, un encuentro para el sector agropecuario organizado por la Universidad Austral.

El albacea de la fortuna de la familia Fortabat se expresó así en momentos en los que está arrancando la campaña para las PASO que se desarrollarán el 13 de agosto próximo, en las que la oficialista alianza de derecha Cambiemos apunta llegar con una estrategia discursiva que contraste su gestión con la que ejecutó el kirchnerismo.

El economista ratificó su apoyo a la administración de la que formó parte durante poco más de un año y sostuvo que "en 2015 el pueblo argentino le dijo basta al robo, al facilismo, al camino fácil, al maquillismo".

Asimismo, sostuvo que "la Argentina puede estar en las grandes ligas", aunque eso se dará recién "cuando los argentinos se demuestren a sí mismos lo que pueden dar, empujando el carro en la misma dirección".

"Es un camino largo y requiere de mucha generosidad por parte de la dirigencia", sostuvo e indicó que el objetivo de la alianza de derecha Cambiemos era "desactivar una crisis latente", por lo que se ocupó de "desactivar ese estallido". 

"Fuimos recuperando la institucionalidad y de a poco la credibilidad. Falta mucho pero plantamos los primeros cimientos. La única manera de profundizar ese camino es a través de consensos y acuerdos básicos", expresó.

Según el ex ejecutivo del JP Morgan, en 2018 se empezará a "discutir las cuestiones más importantes", en un mundo en el que no se puede prever el 2040, no sólo por la incertidumbre política a nivel mundial sino también por la tecnología exponencial.