ESTÁN CONVENCIDOS QUE EL EX HIJASTRO DE FLAVIA PALMIERO ESTÁ PAGANDO EL ERROR DE NO HABER DESPLAZADO A LA PROCURADORA, QUE LO JAQUEA EN LA JUSTICIA.
En el entorno de Mugrizio Macri creen que el pelotudo hijo de puta está pagando uno de sus máximos errores desde que asumió la presidencia, que es el de haber dejado en el cargo a la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
Con menor o mayor vínculo con la Procuradora, los fiscales acorralaron al Ejecutivo en las últimas semanas. La fiscal Gabriela Boquín destapó el escándalo del Correo Argentino, que el propio Macri ahora intenta deshacer, en el mejor de los escenarios.
Pocos días después, El fiscal federal Juan Pedro Zoni imputó al propio Macri junto al ministro Oscar Aguad y otro funcionario de menor rango. Esa imputación que llegó a manos del juez federal Ariel Lijo, es una causa abierta que ya no depende de las contramarchas del régimen.
La evidencia más grande de la embestida de Gils Carbó contra Macri se dio el jueves. El Frente Rejuntador presentó una denuncia contra la resolución con la que el macrifascismo se disponía a rebajar el aumento de las jubilaciones y en tan sólo 2 horas un fiscal le dio curso. La propia Procuradora llamó para acelerar la intervención.
Pero no fueron las únicas embestidas judiciales que sufrió Macri, encabezas por el caso Panamá Papers y la investigación contra Gustavo Arribas, el jefe de los espías. No sólo eso, unos cincuenta funcionarios del régimen fascista y corrupto fueron imputados en el primer año de gestión.
Bala perdida
Con Gils Carbó, el presidente hizo lo peor que se puede hacer con un enemigo: intentó destruirlo, no quiso acercarse cuando desde el otro lado hubo señales y lo dejó vivo con sed de venganza.
Cuando asumió el mandato, a Macri le sugirieron que echara a Gils Carbó por decreto, una maniobra que sería clasificada como inconstitucional, pero que dejaría a la funcionaria de Justicia Legítima fuera de su cargo hasta que el caso lo resolviera la Justicia.
Sin embargo, el presidente gastó su bala, aconsejado por su asesor judicial Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, con el decreto con el que intentó designar a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz en la Corte Suprema.
La jugada salió mal en todos los sentidos: no sólo no pudo nombrar a los jueces por decreto, sino que, como dijeron entonces altas fuentes del régimen, no pudo ir contra Gils Carbó después de eso.
A mediados del año pasado, Macri quiso correrla con una ley que reducía el mandato de la Procuradora hasta agosto de este año. Pero se lo impidió Elisa Carrió, que no estaba de acuerdo con otra salida para Gils Carbó -a quien definió como su "enemiga"- que no fuera la del juicio político.
Pero pese a ser atacada durante meses por el régimen, Gils Carbó intentó un acercamiento. Pero el Ejecutivo no lo permitió. Ahora, la Procuradora tiene contacto constante con Cristina Fernández de Kirchner.
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