LA AGRESIÓN DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD CON PALOS, DISPAROS CON GASES Y BALAS DE GOMA, DEJÓ VARIOS OBREROS HERIDOS. A PESAR DE LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL, LOS DESPEDIDOS PUDIERON RECUPERARON EL PORTÓN.
Ayer a la tarde se vivieron momentos de gran tensión, cuando la Policía y la Gendarmería -devenidas en un virtual ejército privado de Clarín, pero que pagamos todos-, reprimieron en la puerta de la planta de AGR-Clarín a los trabajadores.
Sindicatos y organizaciones sociales tras la violenta represión convocan a concurrir a la planta de Nueva Pompeya, ubicada en Corrales 1393 para expresar la solidaridad con los heridos.
"Fuímos al ministerio a arreglar la situación de este cierre que es un fraude, es una mentira, facturan millones. Intentan precarizar el trabajo y barrer con los convenios colectivos y vienen la policía, la gendarmería, reprimiendo, tirando gases lacrimógenos, gas pimienta. Nos vamos a mantener unidos, no importa pase lo que pase. El jueves hay paro nacional del gremio", dijo un trabajador que está junto a su familia defendiendo los puestos de trabajo.
Las fuerzas de seguridad desalojaron del portón de la fábrica golpeando y disparando ferozmente balas de goma y gas lacrimógeno, no solo contra los trabajadores, sino también contra sus familiares, que se encontraban congredados en la puerta de la planta, en muestra de apoyo.
A pesar de la violencia contra trabajadores pacíficos que resisten los despidos injustificados del Grupo Clarín, los operarios lograron recuperar luego el portón.
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