jueves, 5 de noviembre de 2015

Trabajadores del Ameghino denunciaron agresiones de un funcionario porteño

TRABAJADORES DEL CENTRO DE SALUD MENTAL ARTURO AMEGHINO DENUNCIARON QUE UN FUNCIONARIO DEL GOBIERNO PORTEÑO AGREDIÓ A UNA COMPAÑERA MIENTRAS PROTESTABAN EL PASADO 21 DE OCTUBRE EN RECLAMO CARGOS SUSPENDIDOS Y MEJORAS LABORALES.

"Ante nuestros reclamos fundamentados nos responden con agresión, patoterismo y provocación porque no tienen explicación para lo que hacen”, aseguró Liliana Hilario, la trabajadora que fue increpada por el coordinador de redes de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires, Andy Blake.

"El 21 de octubre pasado, mientras reclamábamos tres cargos de psicólogos que fueron suspendidos y ocho cargos retenidos, Blake se encerró en su oficina y al ver que no nos íbamos salió y se dirigió a mí a los gritos, increpándome e intentando provocarme, buscando una reacción de mi parte que no obtuvo”, contextualizó la especialista.

Según consideró, “esta política de agresiones, patoterismo y provocación es la verdadera cara de este gobierno y no la de diálogo y tolerancia que quieren mostrar" y afirmó que "el voto democrático no legitima el vaciamiento de la salud y de la educación pública”.

“Venimos haciendo reclamos desde hace décadas, pero desde el 2010 se profundizó la crisis en el Ameghino y pasamos de tener 450 profesionales a 260, que son los que hay en la actualidad: no llaman a concursos, suspenden los cargos y las vacantes que hay son destinadas a gente cercana al PRO”, denunció Hilario, quien ejerce la presidencia de la Asociación de Profesionales de ese centro de salud.

La psicóloga cuestionó que esta falta de personal “pone seriamente en riesgo la capacidad de atención y hasta pone en riesgo la continuidad de funcionamiento del hospital” y denunció que “hay claramente un desinterés, una política de vaciamiento que afecta directamente a los sectores más vulnerables que es el que se atiende en hospitales públicos”.

“Vamos a denunciar la mugre que quieren esconder debajo de la alfombra, eso que hay detrás de las plazas y bicisendas coloridas, este sistema que está dominado por gestiones llevadas a cabo por funcionarios que provienen del ámbito privado, especializados en marketing, que mejoran las veredas y pintan las fachadas de los hospitales”, aseguró Hilario.

Los trabajadores dieron a conocer la situación que atraviesa ese centro de salud mental en una conferencia de prensa realizada ayer en el auditorio del mismo, en avenida Córdoba al 3200, en la que participaron los legisladores Gabriela Alegre (FPV), José Cruz Campagnoli (Nuevo Encuentro-FPV), Marcelo Ramal (PO); trabajadores de los hospitales neuropsiquiátricos Borda y Moyano y del Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear, entre otros.

Por su parte, Campagnoli señaló que “esta es una situación estructural que viene desde hace mucho tiempo, de vaciamiento, de disminución de plantel de profesionales, de dificultad para poder discutir con la doctora (María Concepción) Grosso (directora de Salud Mental porteña) una política que incluya el cuidado de los concurrentes y de los pasantes”.

“Toda esto afecta directamente a los pacientes ya que dificulta seriamente la atención a los mismos que son los que terminan pagando los costos”, aseguró el legislador y remarcó su “solidaridad con los médicos y enfermeros de todo el sistema de salud y por supuesto con Liliana, que resultó agredida”.

Para Campagnoli, “este es un problema en el conjunto de los hospitales de la Cuidad porque hay una disminución del presupuesto destinado a la salud pública: si uno quita dinero es porque no lo tiene como prioridad y ahí están las consecuencias”.

“Esta política de agredir no es nada nueva en el macrismo, hace tres años lo vivimos en el Borda, donde la policía de (Mugrizio) Macri reprimió a pacientes, familiares, profesionales y periodistas, y forma parte de una política de desmantelamiento del hospital público”, aseguró por su parte Marcelo “Nono” Frondizi, delegado de ATE.

“Venimos denunciando la emergencia sanitaria hace años. Macri quiere desarticular la salud pública ya que ahí se atienden los más vulnerables, los mas pobres, por eso tiende a privatizar a vaciar los hospitales y esta política favorece a las clínicas privadas y a los grandes grupos económicos ligados a la salud”, sentenció.

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