Por Martín Ferreyra
Referentes de la industria criticaron lo que definieron como un posicionamiento político desvinculado con propuestas sectoriales propias de la actividad rural y advierten que ese discurso es compartido por sectores del establishment empresario más concentrado.
El pronunciamiento del titular de la Suciedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, el sábado último en la apertura de la muestra anual de la entidad ruralista, cosechó numerosas críticas entre dirigentes políticos y empresarios que se mostraron disgustados con su tono y contenido a los que, en líneas generales, definieron como “excesivamente político”.
Las palabras de Etchevehere cayeron particularmente mal en el campo empresarial, un ambiente con evidentes divisiones, atravesado por las tensiones propias de la campaña presidencial, pero que ya traía sobre las espaldas el peso de los trabajosos años anteriores, que derivaron, como producto más destacado, en la conformación del denominado Foro de Convergencia Empresarial (FCE).
Las grandes empresas notaron la dificultad que mostraban las fuerzas políticas para construir una alternativa capaz de vencer al oficialismo y sucederlo en el poder. En ese sentido, el seno del FCE sirvió de escenario, en primer lugar, para la constitución de una agenda de políticas y, finalmente, para el acercamiento de esa agenda a cuanto precandidato apareció desde 2013 hasta la actualidad.
En tanto que el titular de la SRA, entidad de indiscutible tradición y capital político y simbólico, Etchevehere, fue y es uno de los principales dirigentes del FCE. En esa agrupación, la SRA comparte espacio con la Unión Industrial Argentina (UIA), que participa por medio de directivos puntuales. Uno de los dirigentes que se ofuscó con el discurso del sábado fue el vice de la UIA, José Urtubey.
Consultado sobre los dichos de Etchevehere, Urtubey consideró “interesante hablar de cadenas de valor” pero subrayó también la ausencia de “propuestas para salir de la primarización de la economía y potenciar las economías regionales”.
El salteño, que el sábado dejó el predio palermitano de la SRA visiblemente molesto, agregó que “yo esperaba mayores niveles de profundización pero me encontré con un discurso político en un 80% con cosas que no hacen al rol de la gremial productiva”.
Por su parte, el ex presidente de la UIA y de la Unión Industrial bonaerense (UIPBA), Osvaldo Rial, asoció directamente el discurso del presidente de la SRA a la línea del FCE y apuntó que “ese foro representa los intereses de una Argentina distinta a la que queremos el 95% de los industriales, que somos partidarios de un país para la producción, el desarrollo con inserción y la retribución del ingreso”.
Frente al discurso de Etchevehere, Rial pidió “no volver a otras épocas” y reconoció divisiones en el sector privado en el que persisten “nostálgicos para quienes lo mejor sigue siendo el libre mercado, que lo resuelve todo”.
En sintonía con esa diferenciación, el industrial bonaerense definió el discurso del referente de la hoy caduca Mesa de Enlace como “inoportuno y agresivo” porque “no se puede arengar una cuestión sectorial de esa forma”. En forma similar a Urtubey, consideró que “el discurso se politizó pero la gente se da cuenta de que es únicamente la posición de la SRA porque el pequeño y mediano productor no piensa así”.
En juego con la ruptura que puso en evidencia el eco del discurso de Etchevehere están los movimientos internos de la UIA, en cuya disputa sucesoria apareció en la semana pasada la figura del directivo de Arcor Adrián Kaumann Brea.
La candidatura de este dirigente generó fuerte discordia hacia dentro de la entidad productiva. La UIPBA y otra entidad bonaerense, APIBA, denunciaron la candidatura con un comunicado formal.
En la UIA, las resistencias son todavía subterráneas, pero cada vez se sienten más cerca de la superficie y promete nuevos capítulos en los próximos días. La definición del nuevo presidente industrial se espera para después de las PASO.
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