El tema será discutido en el seno de la central fabril la semana próxima. Se le cuestiona al dirigente no haber adelantado a los otros miembros de la UIA su decisión de incorporarse a la lista electoral de Sergio Massa. Plantean que pida una licencia especial en la entidad fabril. Todas las opiniones.
Justo cuando parecía que la Unión Industrial Argentina (UIA) empezaba a encaminarse hacia un proceso de paz interna luego de la unción como presidente de Héctor Méndez, la candidatura de José Ignacio de Mendiguren como posible diputado nacional dentro del partido de Sergio Massa volvió a poner al rojo vivo las internas en la central fabril.
Con matices, los popes de la entidad se molestaron por haberse enterado de la postulación a través de los medios de comunicación, y sobre todo por el ruido que genera en una central gremial empresaria el posicionamiento político con candidatura concreta en un partido que, en la actualidad, se vislumbra como opositor al gobierno nacional.
"Ha sido extraño y no sabía nada, si me preguntaban a mí, yo lo veía luego de sus años de presidencia en la UIA, más cercano al Frente para la Victoria, pero son cuestiones personales", explicó el titular de ADIMRA y vice de la entidad, Juan Carlos Lascurain. Y dobló la apuesta: "Me pareció raro que se postule justo un tiempo después de que se cuestionó en la UIA el ingreso del peronismo a través de una posible presidencia de José Urtubey", dijo Lascurain. El salteño, hermano del gobernador, y quien perdió una interna virtual con Méndez, respondió a este diario, asombrado, casi con el mismo argumento.
"Lo importante es preservar la institución y evitar la politización de la entidad, no podemos tener directivos ni oficialistas ni opositores", aseveró Urtubey y agregó, con respecto a la buena relación de Mendiguren con el gobierno nacional, que "una cosa es que se haga política gremialmente hablando dentro de UIA, y otra es la política partidaria. No nos había dicho nada, ni personalmente ni en las reuniones de Comité, por lo que habrá que analizar si tiene que pedir licencia".
Si bien Mendiguren volvió de reuniones empresarias en Rusia en las últimas horas, y el lunesr se lo vio junto a Massa en una reunión de equipos del Frente Renovador, se suspendió el encuentro de directivos de la UIA clásico de los martes, por lo cual el debate oficial del tema deberá esperar siete días. Obviamente, el caso Mendiguren genera controversia por su peso específico: es quien, hasta hoy, articulaba el vínculo político con los funcionarios nacionales y, sobre todo, llevaba adelante la relación con Brasil, clave para la UIA y para el país.
Quien salió con más énfasis a cruzar las aspiraciones del "Vasco" fue Osvaldo Rial, actual titular de la UIPBA, que rompió con la fracción de Industriales de la UIA por fuertes presiones de Techint. Rial, que también fue diputado siendo presidente de la UIA a fines de los '90 (De Mendiguren es el tercer diputado de UIA, ya que también jugó en política Claudio Sebastiani), dijo que "está bien que los empresarios participen en política, pero si ese es el ámbito en el que Mendiguren cree que hay que estar, bienvenido. Yo creo que lo mejor es seguir con el proyecto de la presidenta Cristina Fernández y del gobernador Daniel Scioli. Hay muchos empresarios que actúan de una manera y piensan de otra".
El malestar por la noticia alcanzó incluso a los más cercanos al "Vasco". Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de UIA y titular de la Copal, aseveró que "no lo sabía nadie. La entidad va a mantener su imparcialidad, no podemos hacer política partidista, pero lo que él haga individualmente es otra cosa". Para Funes, "quedó claro con los discursos de Méndez, y había quedado claro cuando Mendiguren era presidente, que la UIA tendrá una buena relación con el gobierno nacional, esto no debe condicionarnos".
En una línea similar y demostrando que aún no queda claro cuál será el juego del massismo, Juan Carlos Sacco, el líder de los gráficos, destacó que "la fracción política que eligió es una cuestión de él, pero no creo que Mendiguren se embarque en una frente político que vaya a querer romper con el kirchnerismo".
Más mesurado se mostró el textil Guillermo Moretti, también cercano al "Vasco", quien afirmó que "la verdad es que nos tomó con mucha sorpresa, pero es muy reciente para dar una opinión, tengo que hablar con él primero".
Por su parte, desde otros sectores más conservadores, vinculados con Arcor, Ledesma y Techint, consideraron que "nos hace un poco de ruido que Mendiguren se ponga el saco de la UIA para hablar de la industria siendo posiblemente diputado de un partido político". Asimismo, recalcaban que "igual, hay que esperar los resultados, porque no va a ser cosa que luego salte de un barco al otro".
Las aspiraciones políticas de Mendiguren son de larga data. A fines del menemismo, cuando accedió por primera vez a la presidencia de UIA, fue director del Banco Nación por un breve periodo. Luego, ya como ministro de la Producción, cargo al que accedió renunciando a la presidencia de la UIA, participó de la devaluación del peso en 2002.
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