Unas cinco mil personas participaron en la noche del lunes de una concentración que se realizó en una plaza del centro de Santa María para rendir un homenaje silencioso a las víctimas del incendio de la discoteca Kiss, que provocó al menos 231 muertos y 112 heridos.
La convocatoria fue una iniciativa espontánea de la población, que usó las redes sociales para llamar a la gente a honrar la memoria de los fallecidos, en su mayoría jóvenes universitarios, y pedir que se castigue a los responsables de la tragedia.
Los promotores de la iniciativa pidieron a la gente que asistiera vestida de blanco, ya que en Brasil el luto no es asociado al color negro, y que en lugar de velas llevaran objetos luminosos, como teléfonos celulares y linternas.
"Hubo negligencia de todas las partes, en especial de los dueños de la discoteca" supuestamente por no tener extintores ni salidas de emergencia en el local, dijo Igor Zuchetto, un joven que, como gran parte de la gente de esta ciudad de 261,000 habitantes, tenía un familiar, amigo o conocido entre las víctimas.
Zuchetto relató que conocía al acordeonista Danilo Jaques, único integrante de la banda Gurizada Fandangueira muerto en el incendio, que comenzó, según supervivientes, cuando uno de los miembros del grupo encendió un artefacto pirotécnico en el escenario, cuyas chispas prendieron rápidamente la espuma del techo usada como aislante acústico.
Frente a las ruinas de la discoteca Kiss, un vecino colgó un cartel en el que se podía leer: "Nada justifica 231 asesinatos", mientras que participantes en la marcha exhibían otros con frases como "Santa María llora", "Fe, fuerza y coraje para continuar", "Pedimos justicia" o "Paz para las familias".
Antes de sumarse a la manifestación, numerosas personas pasaron frente a la discoteca para depositar flores por los fallecidos, de los cuales al menos 101 eran estudiantes de diferentes facultades de la Universidad Federal de Santa María (UFSM) que habían acudido el pasado sábado por la noche a una fiesta de integración.
Como se sabe, hasta el momento están detenidos los empresarios Mauro Hoffman y Elissandro Spohr, dueños del establecimiento, y dos integrantes de la banda de músicos, entre ellos el que supuestamente encendió la bengala que desencadenó la tragedia, permanezcan bajo arresto mientras se investigan las causas del siniestro.
Nos sumamos al pedido de justicia.
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