Durante el último fin de semana se produjeron otros 5 crímenes, que incluyen una madre y su hija de 4 años, atacadas a mazazos, y un obrero. En lo que va del mes ya se registraron 13 homicidios. Denuncian el "estado anárquico" con el que se desenvuelve la policía provincial.
Raúl Lamberto, ministro de Seguridad de Santa Fe. |
Poco tiempo atrás, cuando se descubrió la red de corrupción que atravesaba a la policía santafesina, desde el gobierno reconocieron que esa fuerza estaba "fuera de control". Pero lo que parece estar fuera del control del gobierno de Bonfatti también es la seguridad ciudad.
De hecho, desde entonces los crímenes no han menguado sino que, al contrario, parece haberse desatado una ola de violencia que azota particularmente a Rosario: durante el fin de semana hubieron cinco nuevas víctimas. Con los recientes casos, la cifra de crímenes en el mes de enero asciende a 13.
El caso más conmocionante se registró en un humilde barrio al sudoeste de la ciudad, donde Laura Marisol López, de 27 años, y sus dos hijos, Mía, de 4, y Tomás, de 7, fueron sorprendidos por un delincuente que irrumpió en la vivienda.
De acuerdo a las autoridades policiales, la mujer fue atacada cuando se disponía a ir a trabajar. Al escuchar los ruidos, la nena salió y recibió también un mazazo en la cabeza. El ladrón se llevó una consola de videojuegos.
En tanto y tras los graves incidentes ocurridos en el Parque Independencia, la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados de la provincia reiteró su pedido para interpelar al ministro de Gobierno, Rubén Galassi. "La responsabilidad máxima de la seguridad es el del gobierno provincial", aseguró el diputado Héctor Acuña.
Acuña, presidente de dicha Comisión, reclamó la presencia de Galassi en la legislatura provincial y señaló que la violencia que frenó el partido entre Central y Newell's "es un episodio que se inserta entre tantos otros hechos que tienen como común denominador una falta de política de seguridad o un fracaso de esa política, si es que existe".
Asimismo destacó el "estado anárquico" con el que se desenvuelve la policía provincial que permite que el narcotráfico "goce de buena salud".
"Tanto el ministro de seguridad, Raúl Lamberto, como el gobierno socialista dicen que la droga ingresa por la frontera y que la responsabilidad es del gobierno nacional, pero el narco se queda y se desarrolla en la provincia y goza de buena salud porque hay una demostrada connivencia de un sector de la policía y un relajamiento del control político sobre la fuerza de seguridad", analizó, y agregó: "Cuando el gobierno no asume la responsabilidad tiene esta crisis de seguridad".
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