El 10 de diciembre de 2015, cuando el gobernador cordobés José Manuel de la Chota haya concluido su tercer mandado, tendrá 65 años recién cumplidos. Para entonces, todavía faltan dos años, pero por ahora, con 62 en sus espaldas, los colaboradores más cercanos que habitan las oficinas del gobierno cordobés, sostienen que su jefe ya tiene la maduración suficiente para disputar la presidencia de la Nación, como líder de peronismo disidente a partir del año que viene. "Pero si se lanza –aclaran– lo hará para encabezar la fórmula, porque a esta edad, ya no está para ocupar segundas posiciones", dicen desde la capital mediterránea. La reflexión suena anticipada, pero refleja el ánimo del Partido Justicialista cordobés, luego de la nueva ofensiva que lanzó la semana pasada el jefe de gobierno porteño, Mugrizio Macri, donde dijo, durante su quinta visita a la provincia en seis meses, que no descartaba compartir una fórmula presidencial con "Peluca".
Explicó que faltaba "muchísimo" para discutir los lugares de la fórmula, pero abundó que, más allá de los resultados de los comicios de octubre próximo, "lo importante es que haya un buen proyecto para la Argentina y después se verá cómo se acomodan los porotos". Pero dentro de la nueva casa de gobierno que ocupa De la Chota, ubicada en el flamante Centro Cívico del Bicentenario, el conteo provisorio de porotos, no devuelve la imagen de "liderazgo nacional" que Macri pretende construir.
Una importante figura del PJ cordobés interpretó, desde la estricta reserva veraniega, que las visitas del alcalde porteño a "La Docta", "buscan sumar a los peronistas que no logró seducir dentro de la provincia de Buenos Aires", después del portazo de la diputada nacional Gabriela Michetti a encabezar la lista de candidatos bonaerenses del PRO. En el análisis del propio gobernador mediterráneo, el objetivo del PRO "no es córdoba, sino el peronismo", según confió un funcionario político que dialoga a diario con el fundador del "cordobesismo".
"Si Macri no logra juntar peronistas nunca podrá ser presidente. Nosotros somos peronistas y nos necesita, porque formamos parte de uno de los tres distritos donde el kirchnerismo la tendrá difícil este año", vaticinó el hombres fuertes del PJ cordobés y sentenció: "Por eso el gallego lo recibirá una y otra vez. Pero lo hará porque queremos demostrar que somos distintos y que tenemos una concepción distinta a la del gobierno nacional", advirtió el experto conocedor de la coyuntura política de la zona central del país y del interior cordobés.
De acuerdo a los números que baraja la gobernación y el peronismo provincial, después de cinco años de gestión al frente de la Ciudad de Buenos Aires, el PRO no ha logrado hacer pie en la patria del cuarteto para romper el complejo equilibrio que reina desde hace años y que tiene como principales protagonistas a radicales, juecistas y peronistas. Ese ranking, de acuerdo a las encuestas serranas, tiene al radicalismo, encabezado por Oscar Aguad, con una intención de voto cercana a los 20 puntos, y un 10% debajo de los 30 que cosecha el pejotismo. Debajo de las dos fuerzas que se disputan el control de Córdoba desde 1946, están los seguidores de Luis Juez, que, por ahora, mantiene sus 18 puntos.
Para los planes del macrismo, la llave de este año es la seducción del voto radical que arrastra Aguad, un estrecho amigo de Michetti. Sin embargo, ese tejido político no alcanzaría para disputar un cuarto lugar en las elecciones de octubre próximo, gracias a la sombra de los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá, que mantienen una intención de voto superior al 10 por ciento.
Ante ese laberinto cuartetero, los datos que interesan al macrismo tienen que ver con el 62% de imagen positiva que tiene De la Chota, y el 37% de negativa que, según los números del PJ, registra la presidenta Cristina Fernandez. Ese número, en los cálculos delasotistas, confirma la dispersión del voto peronista del interior que, en Santa Fe, ya fue capitalizado por el PRO, con la candidatura del actor Miguel Del Sel, que ahora buscará enfrentar a radicales y socialistas. En Córdoba, dudan que ese efecto se repita con la candidatura del ex árbitro Héctor Baldassi, anunciada la semana pasada.
La fórmula del fútbol, que al ex hijastro de Flavia Palmiero le permitió pelear y ganar la Ciudad, no le alcanzaría para cerrar trato con De la Chota, aunque el gobernador, a pesar de la distancia, lo seguirá recibiendo, una y otra vez.
Puro cordobesismo.
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