Goldman Sachs busca comprador para sus acciones en el Grupo Clarín. El banco tiene el 9,11% del holding de medios. Trascendió que no las va a comprar Ernestina Herrera.
Según publicó ayer el diario El Cronista -especializado en economía-, Goldman Sach busca desprenderse de las acciones que tiene en el Grupo Clarín. “Aunque se pensó en un primera opción que la principal accionista del multimedio, Ernestina Herrera de Noble, las podría adquirir se supo que el banco de inversiones deberá salir a buscar un nuevo comprador”, sostiene el matutino.
El diario señala que en un comunicado enviado a la Bolsa de Valores de Buenos Aires se informó que se venció el plazo de preferencia que se le había otorgado a “ciertos accionistas” para que pueda comprar las 22.147.617 acciones a un precio de u$s 6,80 cada una.
De acuerdo a las estimaciones del artículo, el precio del paquete accionario del banco de inversión sería de u$s 75 millones de dólares.
“Ahora -explica El Cronista- las opciones que le quedan para desprenderse de ese 9,11% es, que logre una extensión del plazo de opción de compra a GC Domino, conformado por Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, José Antonio Aranda y Lucio Pagliaro, que le permita negociar un mejor precio; o salir a buscar otros compradores. Una tercera opción es que Goldman no venda”.
En el medio de la discusión entre el multimedio y el gobierno nacional que apunta a reducirle la mayor cantidad posible de negocios a la compañía que fundó Roberto Noble en 1945, son muy pocos los interesados en los papeles de la organización. Para los analistas porteños hasta que, por lo menos, no se vislumbre una tregua será muy difícil que Goldman encuentre un comprador externo.
El artículo detalla también que Goldman Sachs “entró al multimedio hace ya 13 años, cuando la empresa argentina abrió parte de su capital accionario a la bolsa. En ese momento, pagó u$s 500 millones por el 18% del capital accionario del Grupo. Hoy, si logra colocar sus papeles a u$s 6.80, recuperaría un 15% de su inversión inicial”.
Ni la dueña quiere comprar las acciones. Mientras sigue y sigue mintiendo, el imperio se desmorona lentamente.
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