Nacida en una familia tradicional, participó de diferentes espacios. La izquierda peronista, el menemismo, la Alianza, Ricardo López Murphy y Elisa Carrió fueron los refugios en los que se apoyó a lo largo de los años. Dice que siempre defendió los mismos valores.
Patricia Bullrich Luro Pueyrredón siempre supo que no quería pasar desapercibida. Nacida en el seno de una familia tradicional, su primera gran ruptura fue pasar a integrar las filas del justicialismo a los 15 años.
Militó en la Juventud Peronista, muy cerca de Montoneros (su hermana Julieta fue pareja de Rodolfo Galimberti que, junto a Firmechi, Vaca Narvaja y Perdía integraban la cúpula de la organización) y después de pasar seis meses detenida durante la dictadura, se exilió a Brasil, México, España y Francia.
Lejos de sus ideales revolucionarios, tras el regreso de la democracia se volcó al menemismo. En 1993, consiguió su primera banca como diputada nacional por la lista que encabezaban Erman González y Miguel Ángel Toma.
Cuando el gobierno de Carlos Saúl Mufa entró en un declive y comenzó a asomar la Alianza como un espacio en condiciones de disputar el poder, se sumó a sus filas. Fue precisamente en el gobierno de Fernando de la Rúa en el que “la Piba” alcanzó los máximos niveles de exposición pública y llegó a ocupar tres cargos en un abrir y cerrar de ojos.
Empezó como secretaria de Asuntos Penitenciarios, de ahí recaló en el Ministerio de Seguridad Social y después pasó el Ministerio de Trabajo. Durante su gestión en esa cartera, mantuvo fuertes enfrentamientos con el sindicalismo y es recordada por haber anunciado la reducción del 13% de las jubilaciones estatales, una medida que no hubiera defendido en su juventud.
Cuando la Alianza agonizaba, en septiembre de 2001, se refugió en una fundación, Ahora Argentina, que fue el antecedente inmediato de su partido Unión por Todos, que mantiene hasta la actualidad. Fundado en 2003, es el trampolín que utilizó para aliarse con Ricardo López Murphy en la carrera por la jefatura de gobierno porteño de ese año. Luego de alcanzar el cuarto lugar en la compulsa, el acuerdo se rompió en cuestión de meses y el bloque de legisladores se escindió.
A la Coalición Cívica de Elisa Carrió arribó en el año 2007, cuando la chaqueña tenía alta imagen positiva en las clases medias y buenas perspectivas electorales. Fue la primera candidata a diputada tanto en esa oportunidad como en las últimas elecciones de octubre de 2011. Su alta visibilidad mediática y su defensa de las posiciones del Grupo Clarín le dieron un lugar privilegiado en la estructura de la fuerza política y en los sets de televisión. Sus coqueteos con otros bloques, como el macrismo, fueron los que sellaron su salida en malos términos.
Después de que Elisa Carrió saliera última en las elecciones de este año, son muchos los que especulan con que el PRO será su próximo destino de su camaleónica y sinuosa carrera política, que la llevó a colaborar con diferentes espacios. El jefe de gobierno porteño Mugricio Macri dijo, después de las primarias, que Bullrich Luro Pueyrredón es una destacada dirigente. Como respuesta, la diputada ensayó: “Me halaga que Macri pueda pensar que yo puedo ser útil para la Ciudad de Buenos Aires, pero a partir del 10 de diciembre voy a ser diputada y voy a cumplir con la tarea para la que la gente me eligió".
Consultada en octubre sobre sus cambios de rumbo y el impacto que eso tuvo en su imagen ante la sociedad, respondió: “No sé, me habrán estigmatizado y una estigmatización se saca a fuerza de trabajo. Soy una persona que ha trabajado siempre por los mismos valores”.
Cabe preguntarse cuáles son los valores comunes que encontró en la izquierda peronista, el menemismo, el gobierno de De la Rúa, Ricardo López Murphy y Elisa Carrió.
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