La convención que debía ponerse de acuerdo para iniciar una reforma a su carta orgánica se quedó sin quórum, haciendo que fracasara cualquier decisión de introducir modificaciones a la forma de elegir autoridades.
Previamente, se produjeron incidentes entre dirigentes que pretendían la renovación partidaria y aquellos que apoyaron el acuerdo electoral de la UCR con el peronista disidente Francisco De Narcováez en la provincia de Buenos Aires.
La falta de quórum se produjo en la madrugada de este sábado cuando el presidente de la Convención Nacional, Hipólito Solari Yrigoyen, permitió que se formara una larga lista de oradores cuyos discursos fueron virando de la intención de una reforma a una catarsis por el magro 10% obtenido en las elecciones presidenciales del 23 de octubre.
Hacia las cuatro de la mañana, la mayoría de los dirigentes y convencionales que debían votar la intención de la reforma, que incluía la elección directa del presidente, cupo femenino obligatorio y la inclusión de jóvenes en las listas, se habían retirado y la falta de quórum forzó a terminar la reunión.
La jornada había comenzado a media tarde y alcanzó su máximo fragor cuando dirigentes y simpatizantes se enfrascaron en un fuerte debate tras el magro resultado electoral de los comicios presidenciales de octubre. Los principales cruces fueron entre dirigentes del Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) y convencionales que los responsabilizan por la derrota.
La Convención Nacional había sido convocada para discutir la renovación de la Carta Orgánica del partido, pero viró a un debate por la situación partidaria en el que integrantes de la Juventud Radical, la Franja Morada y otros dirigentes partidarios pidieron explicaciones, principalmente por la alianza en la provincia de Buenos Aires con Francisco De Narcováez.
Los incidentes comenzaron cuando iba a hablar el jefe del bloque de Senadores nacionales de la UCR, el jujeño Gerardo Morales, para responder a las acusaciones dirigidas por el ex diputado nacional Leopoldo Moreau. Antes, columnas de la Juventud Radical y de Franja Morada interrumpieron el desarrollo de la Convención a los gritos y desplegando una enorme pancarta que decía “Nunca Más” y que estaba hecha de boletas electorales que consignaban la alianza entre el radicalismo y De Narcováez en la provincia de Buenos Aires.
La situación no se calmó ni siquiera cuando subió al escenario Alfonsinito, quien argumentó que “estamos dando una señal que no le hace ningún favor a la Unión Cívica Radical”.
El hijo bobo del ex presidente también reconoció los errores de la campaña que le permitieron al radicalismo sumar poco más del 10% de los votos. “Reconozco el error y lo asumo. Y los errores se reparan. Voy a seguir recorriendo el país para ayudar a la UCR”, sentenció Alfonsinito y agregó que "si teníamos una fuerte presencia en el conurbano nosotros podíamos forzar una segunda vuelta”.
Anteriormente, Morales había defendido la actuación del radicalismo en el Congreso Nacional que había sido duramente cuestionada por Moreau y por otros dirigentes, como el santafesino Luis “Changui” Cáceres.
Morales dijo que el radicalismo “nunca fue parte del Grupo A” que en Diputados, principalmente, se quedó con el manejo de la mayoría de las comisiones legislativas. También dijo que “nuestro desafío ahora es poner de pie al radicalismo. No vamos a ir a un acuerdo si no nos recuperamos primero nosotros”.
Previamente, Moreau lo había empujado en el medio del salón cuando Morales le recordó la magra performance del radicalismo en las elecciones de 2003.
A esa altura, un grupo de dirigentes de Franja Morada y de la Juventud Radical irrumpieron en el predio y pidieron hablar antes de los principales dirigentes, subiéndose al estrado y mostrándole a los presentes cientos de panfletos con la leyenda “Es la renovación, Estúpido”.
Moreau, quien está enfrentado con Morales y con Alfonsinito en la provincia de Buenos Aires, había acusado a la actual dirigencia partidaria y legislativa de “autismo”. “Por hacer antikirchnerismo bobo la UCR le dio la espalda a sus principios”, acusó Moreau.
Antes de los incidentes, la Convención se inició con una rendición de cuentas del presidente del Comité Nacional, el senador mendocino Ernesto Sanz, quien tras dar su discurso dejó el predio del Club Asturiano de Vicente López.
“El partido debe cuidar y contener a los radicales que ganan y que gobiernan. Y esos dirigentes deben permanecer en el radicalismo porque van a necesitar al partido”, aconsejó Sanz, quien dejará la presidencia de la UCR el 16 de diciembre.
Entre otros dirigentes, se encontraban presente además de Alfonsinito, Morales y Moreau, el ex candidato a vicepresidente del radicalismo, Javier González Fraga; el jefe del bloque radical de Diputados, Ricardo Gil Lavedra; así como legisladores nacionales de ambas Cámaras del Congreso.
Peeerooo... los crispados, los intolerantes, los confrontativos, los que no buscan consenso; son los kirchneristas. Y los violentos son los de La Cámpora. "Así se escribe la historia del mundo", decía siempre mi mamá.
La falta de quórum se produjo en la madrugada de este sábado cuando el presidente de la Convención Nacional, Hipólito Solari Yrigoyen, permitió que se formara una larga lista de oradores cuyos discursos fueron virando de la intención de una reforma a una catarsis por el magro 10% obtenido en las elecciones presidenciales del 23 de octubre.
Hacia las cuatro de la mañana, la mayoría de los dirigentes y convencionales que debían votar la intención de la reforma, que incluía la elección directa del presidente, cupo femenino obligatorio y la inclusión de jóvenes en las listas, se habían retirado y la falta de quórum forzó a terminar la reunión.
La jornada había comenzado a media tarde y alcanzó su máximo fragor cuando dirigentes y simpatizantes se enfrascaron en un fuerte debate tras el magro resultado electoral de los comicios presidenciales de octubre. Los principales cruces fueron entre dirigentes del Movimiento de Renovación Nacional (MORENA) y convencionales que los responsabilizan por la derrota.
La Convención Nacional había sido convocada para discutir la renovación de la Carta Orgánica del partido, pero viró a un debate por la situación partidaria en el que integrantes de la Juventud Radical, la Franja Morada y otros dirigentes partidarios pidieron explicaciones, principalmente por la alianza en la provincia de Buenos Aires con Francisco De Narcováez.
Los incidentes comenzaron cuando iba a hablar el jefe del bloque de Senadores nacionales de la UCR, el jujeño Gerardo Morales, para responder a las acusaciones dirigidas por el ex diputado nacional Leopoldo Moreau. Antes, columnas de la Juventud Radical y de Franja Morada interrumpieron el desarrollo de la Convención a los gritos y desplegando una enorme pancarta que decía “Nunca Más” y que estaba hecha de boletas electorales que consignaban la alianza entre el radicalismo y De Narcováez en la provincia de Buenos Aires.
La situación no se calmó ni siquiera cuando subió al escenario Alfonsinito, quien argumentó que “estamos dando una señal que no le hace ningún favor a la Unión Cívica Radical”.
El hijo bobo del ex presidente también reconoció los errores de la campaña que le permitieron al radicalismo sumar poco más del 10% de los votos. “Reconozco el error y lo asumo. Y los errores se reparan. Voy a seguir recorriendo el país para ayudar a la UCR”, sentenció Alfonsinito y agregó que "si teníamos una fuerte presencia en el conurbano nosotros podíamos forzar una segunda vuelta”.
Anteriormente, Morales había defendido la actuación del radicalismo en el Congreso Nacional que había sido duramente cuestionada por Moreau y por otros dirigentes, como el santafesino Luis “Changui” Cáceres.
Morales dijo que el radicalismo “nunca fue parte del Grupo A” que en Diputados, principalmente, se quedó con el manejo de la mayoría de las comisiones legislativas. También dijo que “nuestro desafío ahora es poner de pie al radicalismo. No vamos a ir a un acuerdo si no nos recuperamos primero nosotros”.
Previamente, Moreau lo había empujado en el medio del salón cuando Morales le recordó la magra performance del radicalismo en las elecciones de 2003.
A esa altura, un grupo de dirigentes de Franja Morada y de la Juventud Radical irrumpieron en el predio y pidieron hablar antes de los principales dirigentes, subiéndose al estrado y mostrándole a los presentes cientos de panfletos con la leyenda “Es la renovación, Estúpido”.
Moreau, quien está enfrentado con Morales y con Alfonsinito en la provincia de Buenos Aires, había acusado a la actual dirigencia partidaria y legislativa de “autismo”. “Por hacer antikirchnerismo bobo la UCR le dio la espalda a sus principios”, acusó Moreau.
Antes de los incidentes, la Convención se inició con una rendición de cuentas del presidente del Comité Nacional, el senador mendocino Ernesto Sanz, quien tras dar su discurso dejó el predio del Club Asturiano de Vicente López.
“El partido debe cuidar y contener a los radicales que ganan y que gobiernan. Y esos dirigentes deben permanecer en el radicalismo porque van a necesitar al partido”, aconsejó Sanz, quien dejará la presidencia de la UCR el 16 de diciembre.
Entre otros dirigentes, se encontraban presente además de Alfonsinito, Morales y Moreau, el ex candidato a vicepresidente del radicalismo, Javier González Fraga; el jefe del bloque radical de Diputados, Ricardo Gil Lavedra; así como legisladores nacionales de ambas Cámaras del Congreso.
Peeerooo... los crispados, los intolerantes, los confrontativos, los que no buscan consenso; son los kirchneristas. Y los violentos son los de La Cámpora. "Así se escribe la historia del mundo", decía siempre mi mamá.
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