Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico, Jorge Coscia secretario de Cultura y el profesor Ernesto Laclau, debatieron sobre “Peronismo y kirchnerismo: continuidades, rupturas, claves e innovaciones".
Organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, se lleva a cabo el ciclo Debates y Combates, que se propone “contribuir a la consolidación y la profundización del nuevo protagonismo social, político y cultural".
Jorge Coscia, secretario de Cultura de la Nación; Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico de la Nación, y el profesor Ernesto Laclau, fueron los encargados de debatir sobre “Peronismo y kirchnerismo: continuidades, rupturas, claves e innovaciones en las identidades políticas nacionales y populares de la Argentina contemporánea” en la Casa del Bicentenario.
El evento también cuenta con la colaboración de la Universidad Nacional de San Martín, el Centro de Estudios del Discurso y las Identidades Sociopolíticas, el Voluntariado Universitario y el Fondo Económico de Cultura,
Para Zanini, "es evidente que en el 2011 estamos mucho mejor que en 2003. Habrá distintos matices y balances, pero creo que nadie en la Argentina que vivimos, la Argentina seria y real, podría negar que en 2003 estábamos peor que en 2011".
La clave para lograr el cambio, según el funcionario, tuvo como punto central "reubicar a la política y a las convicciones en el centro de las decisiones. Esto probablemente pueda ser discutido pero no sé si hay un argumento que pueda voltearlo. La clave fue que Néstor Kirchner tomó las decisiones en la Presidencia, haciéndose cargo de la historia argentina, de su propia historia como argentino, de sus ideas y convicciones, y poniendo a la política en las decisiones".
Zanini recordó que cuando Nestor Kirchner asumió la presidencia en el 2003, "teníamos conciencia de la debilidad de nuestras propias fuerzas: habíamos perdido en la primera vuelta y teníamos que gobernar ese país que estaba cayendo a un abismo". Sin embargo con ese contexto adveso, el funcionario, recordó el discurso de Néstor Kirchner en la Asamblea Legislativa: “A comienzos de los ochenta, se puso el acento en el mantenimiento de las reglas de la democracia, entonces la medida del éxito de las políticas se reducía a la preservación del Estado de Derecho. El avance significativo y prueba de mayor eficacia era la simple alternancia de distintos partidos en el poder”.
Y luego continúa: "En los 90, a partir de la hiperinflación, se comienza a pedir a la política respuestas en materia económica y se aplica en lo que dice Néstor en 2003: La medida del éxito de esa política la daban las ganancias de los grupos más concentrados de la economía, la ausencia de corridas bursátiles y la magnitud de las inversiones especulativas, sin que importara la consolidación de la pobreza, la condena de millones de argentinos a la exclusión social, la fragmentación nacional y el enorme e interminable endeudamiento externo”.
Ya en el 2003 Kirchnes decía: "El éxito de las políticas de aquí en adelante deberán medirse bajo otros parámetros. Debe juzgárselas desde su acercamiento a la finalidad de concretar el bien común, sumando al funcionamiento pleno del Estado de Derecho y la vigencia de la democracia, la correcta gestión del gobierno y el efectivo ejercicio del poder político nacional en cumplimiento transparente y racional, imponiendo la capacidad reguladora del Estado, ejercida por sus organismos de contralor y aplicación. El éxito se medirá desde la capacidad, la decisión y la eficacia para encarar los cambios. Hay que reconciliar a la política, a la inclusión y al gobierno con la sociedad”.
El secretario Legal y Técnico de la Nación hizo un balance de ambas gestiones. "Si pudiéramos reducir la política a una ecuación matemática, y pudiéramos comprender el período 2003-2008, yo lo ejemplificaría con dos gráficos". El primero de ellos durante el período de Néstor, donde "la variable que más se recuperó fue la política. Él había cumplido con aquello de no dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada". Y luego en el gobierno de Cristina, "la variable que yo elegiría para ejemplificarlo es la que llevó a darle más cuerpo, más poder a la política, de modo que el 10 de diciembre de 2011, el presidente que asuma va a poder decidir desde la política mucho más de lo que podía decidir desde la política en el 2003 Néstor Carlos Kirchner".
Sobr esta presima reconoce que "la primera que reconoce y valora esto, es Cristina" y lo ejemplificó con "un acto hace poco, en el Salón de los Patriotas, donde miró los cuadros, y en esos momentos clave dice: Si él no hubiera sacado aquel cuadro, yo no podría haber colgado todos estos”. "No se puede lo uno sin lo otro. Creo que sí tuvo Néstor y sigue teniendo Cristina, con una profunda raíz en el peronismo, es la clara idea de que con el peronismo solo no alcanza. Es necesario mirar hacia el futuro, buscar la modernidad y ampliar las fronteras", sostuvo.
"En la Argentina nos habían hecho creer que no se podía gobernar con tres tapas de Clarín en contra. Y muchos desde la política lo habían asumido y todavía hoy hay políticos que lo tienen tan encarnado que siguen con ese temor. La política triunfó sobre eso. ¿O no está claro que Clarín ha tenido una gran pérdida de credibilidad, de protagonismo y fundamentalmente ha dejado de construir la agenda de la política en Argentina?", manifestó el funcionario.
Luego se preguntó "¿Cuándo se da la eclosión?" y se responde: "Cuando la gente se da cuenta de todo lo que el gobierno hizo. Porque esta es una construcción colectiva, de la mayoría de los que amamos la patria, la de Néstor y la de Cristina, que tiene muchas cosas por mostrar, no voy a enumerarlas pero son muchas, en autopistas, aeropuertos, cloacas, agua, en casas, puertos, escuelas, en lo que se nos ocurra. Ha sido una tarea impresionante, y esa misma tarea es la que ha servido de escudo a Cristina frente a los ataques. Y se da este fortalecimiento de la política en un momento muy importante de la historia mundial".
Al finalizar dejó una reflexión: "No esperemos que Clarín mejore a la Argentina. Debemos mejorar a la Argentina, a pesar de Clarín. Por último: participen de la política, interésense de la política, porque es el único lugar desde donde podemos ayudar a los demás, para que nuestro trabajo pueda fructificar en cosas que ayuden a los demás. En el mundo que viene, para el ejercicio de los más mínimos derechos laborales, sociales, sin el Estado, los más expuestos, los que más tienen para perder, son los que menos tienen. Se necesita de muchos brazos, de muchas mentes. Tenemos esperanza, y tenemos futuro".
Jorge Coscia, secretario de Cultura de la Nación; Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico de la Nación, y el profesor Ernesto Laclau, fueron los encargados de debatir sobre “Peronismo y kirchnerismo: continuidades, rupturas, claves e innovaciones en las identidades políticas nacionales y populares de la Argentina contemporánea” en la Casa del Bicentenario.
El evento también cuenta con la colaboración de la Universidad Nacional de San Martín, el Centro de Estudios del Discurso y las Identidades Sociopolíticas, el Voluntariado Universitario y el Fondo Económico de Cultura,
Para Zanini, "es evidente que en el 2011 estamos mucho mejor que en 2003. Habrá distintos matices y balances, pero creo que nadie en la Argentina que vivimos, la Argentina seria y real, podría negar que en 2003 estábamos peor que en 2011".
La clave para lograr el cambio, según el funcionario, tuvo como punto central "reubicar a la política y a las convicciones en el centro de las decisiones. Esto probablemente pueda ser discutido pero no sé si hay un argumento que pueda voltearlo. La clave fue que Néstor Kirchner tomó las decisiones en la Presidencia, haciéndose cargo de la historia argentina, de su propia historia como argentino, de sus ideas y convicciones, y poniendo a la política en las decisiones".
Zanini recordó que cuando Nestor Kirchner asumió la presidencia en el 2003, "teníamos conciencia de la debilidad de nuestras propias fuerzas: habíamos perdido en la primera vuelta y teníamos que gobernar ese país que estaba cayendo a un abismo". Sin embargo con ese contexto adveso, el funcionario, recordó el discurso de Néstor Kirchner en la Asamblea Legislativa: “A comienzos de los ochenta, se puso el acento en el mantenimiento de las reglas de la democracia, entonces la medida del éxito de las políticas se reducía a la preservación del Estado de Derecho. El avance significativo y prueba de mayor eficacia era la simple alternancia de distintos partidos en el poder”.
Y luego continúa: "En los 90, a partir de la hiperinflación, se comienza a pedir a la política respuestas en materia económica y se aplica en lo que dice Néstor en 2003: La medida del éxito de esa política la daban las ganancias de los grupos más concentrados de la economía, la ausencia de corridas bursátiles y la magnitud de las inversiones especulativas, sin que importara la consolidación de la pobreza, la condena de millones de argentinos a la exclusión social, la fragmentación nacional y el enorme e interminable endeudamiento externo”.
Ya en el 2003 Kirchnes decía: "El éxito de las políticas de aquí en adelante deberán medirse bajo otros parámetros. Debe juzgárselas desde su acercamiento a la finalidad de concretar el bien común, sumando al funcionamiento pleno del Estado de Derecho y la vigencia de la democracia, la correcta gestión del gobierno y el efectivo ejercicio del poder político nacional en cumplimiento transparente y racional, imponiendo la capacidad reguladora del Estado, ejercida por sus organismos de contralor y aplicación. El éxito se medirá desde la capacidad, la decisión y la eficacia para encarar los cambios. Hay que reconciliar a la política, a la inclusión y al gobierno con la sociedad”.
El secretario Legal y Técnico de la Nación hizo un balance de ambas gestiones. "Si pudiéramos reducir la política a una ecuación matemática, y pudiéramos comprender el período 2003-2008, yo lo ejemplificaría con dos gráficos". El primero de ellos durante el período de Néstor, donde "la variable que más se recuperó fue la política. Él había cumplido con aquello de no dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada". Y luego en el gobierno de Cristina, "la variable que yo elegiría para ejemplificarlo es la que llevó a darle más cuerpo, más poder a la política, de modo que el 10 de diciembre de 2011, el presidente que asuma va a poder decidir desde la política mucho más de lo que podía decidir desde la política en el 2003 Néstor Carlos Kirchner".
Sobr esta presima reconoce que "la primera que reconoce y valora esto, es Cristina" y lo ejemplificó con "un acto hace poco, en el Salón de los Patriotas, donde miró los cuadros, y en esos momentos clave dice: Si él no hubiera sacado aquel cuadro, yo no podría haber colgado todos estos”. "No se puede lo uno sin lo otro. Creo que sí tuvo Néstor y sigue teniendo Cristina, con una profunda raíz en el peronismo, es la clara idea de que con el peronismo solo no alcanza. Es necesario mirar hacia el futuro, buscar la modernidad y ampliar las fronteras", sostuvo.
"En la Argentina nos habían hecho creer que no se podía gobernar con tres tapas de Clarín en contra. Y muchos desde la política lo habían asumido y todavía hoy hay políticos que lo tienen tan encarnado que siguen con ese temor. La política triunfó sobre eso. ¿O no está claro que Clarín ha tenido una gran pérdida de credibilidad, de protagonismo y fundamentalmente ha dejado de construir la agenda de la política en Argentina?", manifestó el funcionario.
Luego se preguntó "¿Cuándo se da la eclosión?" y se responde: "Cuando la gente se da cuenta de todo lo que el gobierno hizo. Porque esta es una construcción colectiva, de la mayoría de los que amamos la patria, la de Néstor y la de Cristina, que tiene muchas cosas por mostrar, no voy a enumerarlas pero son muchas, en autopistas, aeropuertos, cloacas, agua, en casas, puertos, escuelas, en lo que se nos ocurra. Ha sido una tarea impresionante, y esa misma tarea es la que ha servido de escudo a Cristina frente a los ataques. Y se da este fortalecimiento de la política en un momento muy importante de la historia mundial".
Al finalizar dejó una reflexión: "No esperemos que Clarín mejore a la Argentina. Debemos mejorar a la Argentina, a pesar de Clarín. Por último: participen de la política, interésense de la política, porque es el único lugar desde donde podemos ayudar a los demás, para que nuestro trabajo pueda fructificar en cosas que ayuden a los demás. En el mundo que viene, para el ejercicio de los más mínimos derechos laborales, sociales, sin el Estado, los más expuestos, los que más tienen para perder, son los que menos tienen. Se necesita de muchos brazos, de muchas mentes. Tenemos esperanza, y tenemos futuro".
Bien dice Zanini. Clarín no puede mejorar ni la envoltura de los huevos.
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