Según Clarín, con una reelección de Cristina en octubre se viene el "populismo chavista", consistente en la "radicalización del modelo" hacia un "estatismo virulento" que tiende, ni más ni menos, a la eventual "expropiación" de las empresas privadas.
La hipótesis, se entiende, busca asustar a las clases medias liberales o más o menos conservadoras al mismo tiempo que agita el fantasma chavista entre el empresariado, sobre todo el de capitales extranjeros. Esto, ni más ni menos, resulta ser un sabotaje a la política y a la economía argentinas por parte del "gran diario". Se sabe: el Grupo desea que a la Argentina le vaya mal.
Así lo deja entrever en al menos dos columnas aparecidas en la edición de ayer: "Ir a contramano del mundo", del editor general Ricardo Roa, y "Ante la Caja de Pandora del populismo y el estatismo", del inefable y gangoso Marcelo Bonelli. En ellas se pretende dejar sentado que se busca "un avance al estilo chavista sobre la economía".
Aunque el ministro Amado Boudou haya dicho claramente que en el gobierno se entiende al populismo como "más superávits gemelos, desendeudamiento y más creación de empleo", Bonelli informa que fue Miguel Acevedo, secretario de la UIA y de la "poderosa AEA" (dice literalmente el columnista sobre el organismo empresarial que conduce con mano férrea el Grupo Clarín), quien transmitió sus temores: los propios y los que pretende agitar Clarín.
Bonelli explica los pormenores fantasmagóricos: "Si Cristina gana las elecciones, el kirchnerismo se acercará a un modelo chavista para intentar controlar las tensiones que generan los desequilibrios macroeconómicos, el atraso del dólar y el recalentamiento inflacionario. (...) Mayor injerencia en las decisiones de las empresas a través de los directores de la ANSeS. Propuestas para intervenir empresas y estatizar compañías que no se adecuen a la propuesta oficial. Un 'leading case' sería Siderar. Mayor control estatal y regulación en la economía. Estatización en el mercado de granos para apropiarse de la renta cerealera".
No te gastes Bonelli. Los huevos no leen. Y ya se sabe: el pasquín para el cual trabajás, solo sirve para envolver los huevos.
Así lo deja entrever en al menos dos columnas aparecidas en la edición de ayer: "Ir a contramano del mundo", del editor general Ricardo Roa, y "Ante la Caja de Pandora del populismo y el estatismo", del inefable y gangoso Marcelo Bonelli. En ellas se pretende dejar sentado que se busca "un avance al estilo chavista sobre la economía".
Aunque el ministro Amado Boudou haya dicho claramente que en el gobierno se entiende al populismo como "más superávits gemelos, desendeudamiento y más creación de empleo", Bonelli informa que fue Miguel Acevedo, secretario de la UIA y de la "poderosa AEA" (dice literalmente el columnista sobre el organismo empresarial que conduce con mano férrea el Grupo Clarín), quien transmitió sus temores: los propios y los que pretende agitar Clarín.
Bonelli explica los pormenores fantasmagóricos: "Si Cristina gana las elecciones, el kirchnerismo se acercará a un modelo chavista para intentar controlar las tensiones que generan los desequilibrios macroeconómicos, el atraso del dólar y el recalentamiento inflacionario. (...) Mayor injerencia en las decisiones de las empresas a través de los directores de la ANSeS. Propuestas para intervenir empresas y estatizar compañías que no se adecuen a la propuesta oficial. Un 'leading case' sería Siderar. Mayor control estatal y regulación en la economía. Estatización en el mercado de granos para apropiarse de la renta cerealera".
No te gastes Bonelli. Los huevos no leen. Y ya se sabe: el pasquín para el cual trabajás, solo sirve para envolver los huevos.
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