"El mercado funciona", se escuchó decir a uno de los llamados especialistas en medios. "Al menos en este caso, se autoregula" ¿Qué caso? El de Clarín. Ocurre que, según el IVC, sus ventas diarias se desploman mes tras mes.
Sucede que el Instituto Verificador de Circulaciones, al que medios gráficos y agencias de publicidad se atienen para evalur la circulación de diarios y revistas y de paso trazar pautas publicitarias en consonancia, ha verificado que "el gran diario argentino" ya no es tan grande pues se confirma una tendencia general: sus ventas caen.
Según los fríos números del insospechado IVC, Clarín vendía en enero de 2010 un promedio de 344.994 ejemplares diarios; de acuerdo al mismo organismo, ese promedio cayó en enero de este año a 297.994 ejemplares diario. 15% menos.
Aunque desde las coquetas oficinas de Héctor Magnetto achacan tal desplome a la lenta agonía del diario de papel a favor de la edición digital, lo también cierto es que la caída de las ventas del pasquín de Noble-Magnetto no se corresponde con una tendencia general verificable -al menos en la Argentina- sino a una muy particular de ese matutino.
Por ejemplo, en el mismo periodo La Nación muestra una curva ascendente del 4.5%: si en enero del año pasado vendía 150.936 ejemplares promedio, en el mismo mes de 2011 vendió 157.195.
Más que con el mercado, lo de Clarín parece tener que ver con cierto hastío de sus propios lectores con la exasperada oposición político-partidaria que cada mañana ostenta desde sus tapas (e interior) en los kioscos de todo el país.
Según los fríos números del insospechado IVC, Clarín vendía en enero de 2010 un promedio de 344.994 ejemplares diarios; de acuerdo al mismo organismo, ese promedio cayó en enero de este año a 297.994 ejemplares diario. 15% menos.
Aunque desde las coquetas oficinas de Héctor Magnetto achacan tal desplome a la lenta agonía del diario de papel a favor de la edición digital, lo también cierto es que la caída de las ventas del pasquín de Noble-Magnetto no se corresponde con una tendencia general verificable -al menos en la Argentina- sino a una muy particular de ese matutino.
Por ejemplo, en el mismo periodo La Nación muestra una curva ascendente del 4.5%: si en enero del año pasado vendía 150.936 ejemplares promedio, en el mismo mes de 2011 vendió 157.195.
Más que con el mercado, lo de Clarín parece tener que ver con cierto hastío de sus propios lectores con la exasperada oposición político-partidaria que cada mañana ostenta desde sus tapas (e interior) en los kioscos de todo el país.
En el edificio de la calle Piedras (donde funciona la redacción del pasquín), están convencidos que los datos sobre la caida de sus ventas es una operación orquestada por Guillermo Moreno, que cooptó al IVC y con su patota "dibuja" los números.
En este sentido, Ricardo Roa, secretario de redacción del matutino, señaló que "Lo que uno palpa en la calle no se condice con los datos del IVC. Yo, personalmente, hice un relevamiento en 20 comercios de distintos barrios de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires y comprobé que de cada 10 diez docenas de huevos que se venden, 6 se envuelven con Clarín, dos con La Nación, una con Página/12 y una con Tiempo Argentino".
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