EL RÉGIMEN MACRIFASCISTA LE PIDIÓ LA RENUNCIA AL DIRECTOR DE ACUMAR SERGIO FEDEROVISKY. HABRÍA OTRAS SALIDAS.
Mugrizio Macri decidió liquidar todos los rastros del acuerdo con el vende humo Sergio Massa y ordenó echar a los hombres del Frente Rejuntador que quedaban en el régimen, en una limpieza que podría seguir en la provincia de Buenos Aires, donde el pacto entre María Eugenia Vidal y el tigrense era más explícito.
Ayer, el régimen oficializó en el Boletín Oficial la "renuncia" del massista Sergio Federovisky como representante del Poder Ejecutivo Nacional ante la Autoridad de Cuenta Matanza Riachuelo (Acumar), cargo que había asumido a principios del año pasado, cuando las relaciones entre Macri y Massa eran óptimas. "Me pidieron que renunciara", aclaró a través de su cuenta de Twitter el propio Federovisky, que es candidato a diputado nacional de 1País por la Ciudad.
Según trascendió, a Federovisky le pidieron que se vaya como parte de una decisión del gobierno de retirarle a Massa los lugares que le habían dado al principio de la gestión de Macri, cuando el oficialismo necesitó de los votos del Frente Rejuntador para sacar leyes clave como el pago a los fondos buitre.
Se trata de los cargos políticos y no los que corresponden por ley a la oposición, como los que el massismo tiene por ejemplo en el Banco Provincia (donde Daniel Arroyo y Mario Meoni son directores). Fuentes consultadas por este medio indicaron que en los próximos días se podrían conocer algunas otras salidas de dirigentes massistas.
Desde la Rosada le bajaron el tono a la versión e indicaron que no había un acuerdo con Massa a nivel nacional, como sí existe en la provincia, y agregaron que la designación de funcionarios como Ricardo Delgado o Adrián Pérez no fue por un pacto con el tigrense, sino que Macri "los robó".
En el oficialismo dijeron que lo que queda del acuerdo con Massa está en la provincia de Buenos Aires, donde la mayoría de los cargos son por ley para la oposición y no podrían quitárselos fácilmente. En cambio, sí están a tiro de decreto otros funcionarios como los directores del Grupo Bapro (por el massismo están Mauricio D'Alessandro y José Eseverri) o el secretario de Derechos Humanos, Santiago Cantón, aunque no hay información que indique que Vidal piense en reemplazarlos.
A pesar de que impulsan unidos la expulsión de Julio De Vido de la Cámara de Diputados, en el régimen macrifascista admiten que la relación con el Frente Rejuntador está en su peor momento, principalmente por efecto de la campaña electoral. Más aún cuando el oficialismo parece haber percibido que necesita buscar votos del massismo para ganarle a Cristina en la provincia de Buenos Aires. De todos modos, en la Rosada creen que una vez que pase la elección deberán restablecer la relación con Massa y los gobernadores peronistas.
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